Por
  • Víctor Orcástegui

Teruel galáctico

El Centro Galáctica, en Arcos de las Salinas.
El Centro Galáctica, en Arcos de las Salinas.
Jorge Escudero

Desde tiempos remotísimos, las estrellas sobre el cielo nocturno han sido uno de los grandes espectáculos que se ofrecen a la humanidad. Los movimientos de la cúpula celeste han estado en el origen de los mitos pero también de una ciencia que hoy es capaz de ver hasta confines insospechados. Y sin embargo, en la actualidad, la mayoría de nosotros, encerrados en nuestras ciudades, raramente podemos contemplar el resplandor eterno de la noche. Las farolas iluminan la calle, pero nos impiden ver las estrellas. Quizá por eso, entre otras cosas, el cielo limpio y poco transitado de la provincia de Teruel se ha convertido en un recurso de valor creciente. Ahí está el aeropuerto de la capital, que aprovecha con éxito algunos nichos inopinados de la actividad aeronáutica y hasta podría entrar en la carrera espacial. Y ahí está, también, el observatorio astronómico del Pico del Buitre, con sus telescopios, en plena sierra de Javalambre, que ahora complementará su labor científica con las instalaciones didácticas y recreativas de Galáctica, en Arcos de las Salinas. Unir la divulgación científica con el entretenimiento es siempre buen idea. Y si el argumento lo ponen las estrellas, todavía mejor.