Más de 600 aragoneses están diagnosticados de síndrome de Ménière

Uno de los síntomas de la enfermedad son los vértigos, que pueden llegar a incapacitar a las personas.

Fachada del Hospital Miguel Servet de Zaragoza
Hospital Universitario Miguel Servet.
GUILLERMO CALAHORRA

Es una enfermedad desconocida por gran parte de la población, salvo por quien la padece ya que le condiciona gran parte de su vida. Actualmente, más de 600 aragoneses están diagnosticados y tratados del síndrome de Ménière, una patología crónica del oído interno cuyo síntoma más común son los vértigos.

La primera descripción del síndrome de Ménière, que se produce por una acumulación de líquido en una porción del oído interno, se remonta a finales del siglo XIX. No obstante, se desconoce la causa exacta que desencadena esta patología. Algunos expertos consideran que puede ser un cúmulo de factores e incluso señalan los antecedentes familiares o el estrés como inductores que pueden fomentarlo.

Así, el responsable de la Unidad de Vértigos del hospital Miguel Servet de Zaragoza, Jesús Fraile, explica que puede afectar a personas de cualquier edad, aunque es más común en la época adulta. "El rango de edad es muy amplio, desde los 20 hasta los 90 años", explica el experto, que recuerda que él diagnostica entre 100 y 150 nuevos casos al año. La prevalencia varía mucho, pero puede situarse entre un afectado entre 500 y 1.000 personas.

Uno de los problemas más frecuentes es la tardanza en el diagnóstico. Incluso el paciente suele recorrer varios especialistas hasta que consigue saber exactamente qué le pasa.

Los síntomas más comunes que hacen sospechar de esta enfermedad son zumbidos en el oído durante las 24 horas del día, presión, hipoacusia (pérdida de audición tras las crisis) y la más común, vértigos. "Es una sensación de que todo se mueve, la gente vomita e incluso puede llegar a caerse al suelo", señala el especialista.

El síndrome de Ménière es crónico e incurable, pero los facultativos intentan reducir la afección por medio de algunos tratamientos farmacológicos. Sin embargo, los expertos reconocen que muchas veces es imposible controlar las crisis, que pueden producirse con más o menos frecuencia, ya que se cree que, por ejemplo, el estrés puede ayudar a desatar estos ataques.

Dar a conocer la enfermedad

Tanto pacientes como profesionales intentan dar a conocer la enfermedad, ya que la sociedad "en muchas ocasiones es un poco injusta con estos enfermos", apunta Fraile. "No comprenden estas crisis y que afecten a su vida. Hay pacientes que lo pasan fatal", reconoce. En ocasiones, las crisis son tan seguidas que es imposible llevar una actividad laboral normal. La Asociación Síndrome de Ménière España (Asmes) ha editado el libro ‘Vivir con síndrome de Ménière’ con el objetivo de visibilizar la enfermedad. Fue presentado hace unas semanas en la capital aragonesa.

Los beneficios de esta publicación irán destinados a la investigación del síndrome de Ménière. "La enfermedad no es un cáncer, pero sí puede llegar a arruinar la vida de una persona cuando no se orienta adecuadamente. En ese sentido, cobra una importancia extraordinaria la misión de visibilizar esta enfermedad, que tanto los pacientes como el público sepan que existe", recoge el especialista en otoneurología en la publicación, Manuel Oliva.

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