La Portellada: salto al vacío con la barriga llena

Feli Gascón y Valentina Bologna representan el impulso emprendedor de La Portellada, muy variado en el sector alimentario, con su negocio de comida tradicional a domicilio.

Sorin Dragoman en las instalaciones de Vinos Tel-Lúric.
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Laura Uranga

La Portellada es un antiguo barrio de La Fresneda que se erigió en localidad independiente a finales del siglo XVIII. Destaca por la tranquilidad, el carácter afable de su gente y el impulso emprendedor, diversificado en varios segmentos relacionados con la alimentación. También tiene casas rurales (Casa Pilar, Casa Miguel Bel, El Corral del Tío) una decena de asociaciones, una cooperativa integrada desde hace seis años en la de Calaceite y un entorno natural en el que destaca la Cova de Sant Antoni y el popular Salt. En el apartado empresarial, dos firmas llaman la atención; Fatto In Casa, negocio de comida a domicilio, y la finca Deméter de Tastavins, que produce vino y aceite ecológicos, además de cultivar almendros.

La dupla de Fatto in Casa la forman Feli y Valentina. Feli Gascón es del Matarraña, y Valentina Bologna, de la parte costera de la Toscana, cerca de Livorno. Hay un lazo visual entre ambas regiones; aunque a algunos de sus habitantes les moleste un poco la comparativa, el Matarraña es cada vez más conocido como la Toscana española, sobre todo por los olivos, aunque el clima no se parezca mucho.

La Portellada: salto al vacío con la barriga llena

Feli está casada con un portillense (el apodo popular de los nacidos en La Portellada es ‘estrangé’) y lleva muchos años aquí. Hace casi tres lustros coincidió con Valentina en La Torre del Visco, el fantástico establecimiento hostelero de Valderrobres; durante dos años y medio trabajaron codo con codo y se hicieron amigas, hasta el punto de plantearse montar un negocio.

Durante un tiempo, Feli tuvo un hotelito en Valderrobres, La Casa de Sebastián, pero la idea de negocio a medias con Valentina seguía presente: la italiana trabajó en otros puntos de España e Italia, también probó en Londres, pero el Matarraña la tenía enamorada. "Organizamos un evento y el reparto de trabajo funcionó –recuerda Feli– conmigo en la cocina y Valentina en el comedor. Así que decidimos trabajar como chefs a domicilio, hace unos seis años".

La consolidación

La cosa fue creciendo gradualmente; necesitaban un local, que encontraron a las afueras hace dos años, iluminado por ‘solatubes’ y coqueto en cada detalle. "Nos desplazamos –apuntan las dos– por toda la comarca del Matarraña, también en la vecina del Bajo Aragón y algún evento puntual fuera, pero la base está en casa, vienes andando a trabajar, el entorno es precioso. Queremos abrir un poco la idea a la atención de casas rurales; unos apartamentos en Fórnoles ya nos lo pidieron y vemos que hay una necesidad que podemos ir cubriendo: ya lo comentamos en la comarca".

Empezar un proyecto nuevo trae consigo muchas más exigencias burocráticas de las habituales, y la propia naturaleza del negocio demandó equipación precisa. "Lo que ocurre es que tenemos muchas ganas, por eso no hemos tirado la toalla y seguimos adelante. Mi familia –apunta Feli– es un apoyo, mi marido nos ayuda mucho con los repartos y mis hijas también echan una mano en los eventos más exigentes. Ahora atendemos al Camping de La Fresneda, que llevan unos holandeses ; nos piden cenas a diario y están muy contentos".

Lo que más distingue a la empresa es el trato exquisito al producto de la zona, verduras, almendras, aceite, setas, quesos, carnes… es tradicional, pero con detalle. "Cuidamos mucho las presentaciones: nuestra comida también se come con los ojos, también hacemos cursos y la parte de Valentina se valora mucho, desde cómo poner bien una mesa para quedar de maravilla con tus invitados. Una familia inglesa que tiene casa aquí nos piden muchas veces cursos para ellos cuando vienen. Hacemos 2.000 tapas para el día de las setas en Beceite, por ejemplo, y en la Feria del Huerto y el Jardín, donde además de flores y plantas se recuperan pastas y dulces: participamos este año con tapas basadas en espárragos y berenjenas".

Desde Rumanía

Sorin Dragoman y su familia vinieron de Sibiu (la hermosa ciudad rumana fue capital cultural europea en 2007) hace once años; llevan nueve administrando su finca de agricultura ecológica Deméter de Tastavins a las afueras de La Portellada, y un lustro con producción propia de vino y aceite, etiquetado a mano en sus instalaciones. "En vez de vender la cosecha, decidimos hacer rosado y tinto con garnacha negra; nuestro aceite de oliva virgen extra todavía sale en poca cantidad, porque estamos empezando, y en la almendra trabajamos la largueta y la marcona sobre todo".

El Salt, regalo para la vista en medio del monte

El Salt es el gran reclamo turístico del pueblo: una espectacular cascada que buena parte del año no cuenta con el agua suficiente -ahora baja un hilillo- pero enamora por el entorno y la plasticidad del conjunto, empezando por la misma la cueva en la caída del agua, la poza que se crea abajo… un gustazo para los ojos que empieza desde la parte alta, con las rocas blancas horadadas por el agua que dibujan una suerte de paisaje lunar. "El reto –apunta Feli Gascón– es conseguir que los visitantes cuiden el entorno, porque despierta mucha expectación y como lugar casi virgen, hay que preservarlo; es que no te imaginas que vas a encontrar algo así de pronto. La comarca está cuidando que todo lo que se haga allá se acomode al paisaje y no lo altere". Hay tres accesos principales desde la carretera principal, todos ellos por pistas; eso sí, tienen enormes socavones que dificultan el trayecto a los vehículos pequeños. El premio, desde luego, merece la pena.

LOS IMPRESCINDIBLES

San Cosme y San Damián

La iglesia parroquial destaca por el chapitel que corona la torre, reproducción en cobre del original. Conserva pinturas de 1758 de Nuestra Señora y los Apóstoles; durante la guerra civil fue almacén y se perdió el resto del patrimonio.

El Huerto y el Jardín

El 1 de mayo se celebró en el pueblo la cuarta edición de la Feria del Huerto y el Jardín. Los hermosos arreglos florales de la Asociación de Jubilados del pueblo y el trabajo de la AMPA y Agrojardín cimentaron en éxito de la jornada.

Vida de San Antón

Aunque los patrones son San Cosme y San Damián, en enero se representa la vida de este santo, en la que participa prácticamente todo el pueblo: es nocturna y muy bonita. Lleva doce años sin hacerse, pero se va a recuperar.

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