La Cerollera: la ilusión de un proyecto para los mayores

El proyecto municipal de viviendas tuteladas para dependientes en La Cerollera está al caer, y traerá al pueblo a nuevos incondicionales del buen comer, la cultura y los paseos por la naturaleza.

El responsable del hostal-restaurante Villa de Cerollera, Rafael Quiñonero, en el área del bar.
El responsable del hostal-restaurante Villa de Cerollera, Rafael Quiñonero, en el área del bar.
Laura Uranga

Hace seis años, el Ayuntamiento de La Cerollera (municipio del Bajo Aragón, limítrofe por el este con la comarca del Matarraña) decidió sacar adelante un proyecto de viviendas tuteladas; en 2015, la idea orientó su rumbo al servicio los dependientes mayores de 55 años. La idea había experimentado un parón al no haber un modelo de gestión definido, con las edificaciones ya en marcha. En los últimos tres años, la ilusión del pueblo se ha encaminado a concluir la fase de preparación y sacar adelante esa gestión.

Laura Serrano es actualmente la encargada de supervisar el proyecto; vive en Alcañiz, pero sus raíces familiares están en La Cerollera y acude diariamente entre semana a ocuparse de mil y una tareas en el Ayuntamiento, donde lleva siete años en labores administrativas y de gestión. Sus abuelos son del pueblo, vienen en verano a disfrutar de la casa familiar y Laura, que ha veraneado desde siempre aquí, hace muy a gusto los veinticinco kilómetros que le separan de su residencia habitual para pelear por los intereses de La Cerollera. "Mucha gente los hace en Zaragoza para llegar a su trabajo y yo vengo aquí con gusto, me encanta mi pueblo. Salió la plaza, nos apuntamos varios candidatos y al hacer la entrevista aquí solamente me presenté yo, así que me quedé".

La Cerollera: la ilusión de un proyecto para los mayores

Laura valora positivamente el nivel de servicios del municipio, aunque la escasez de población sea un tema insoslayable, y cifra muchas esperanzas en las viviendas tuteladas. "Creo que el pueblo está muy bien arreglado, tiene piscina y pabellón, estamos al día en las solicitudes de subvención a las que tenemos derecho. El proyecto de las viviendas está orientado a los mayores de 55 años, pero esa edad es una referencia, no una limitación. Evidentemente, el plan es perfecto para jubilados que quieran disfrutar del retiro en un entorno como el nuestro, con todas las bondades de la naturaleza y la paz. Tenemos los servicios principales a un paso, hay autobús diario a Alcañiz para compras más grandes, pero en el pueblo tenemos peluquería, médico, hostal con restaurante, tienda, traen pescado fresco semanalmente… para ser chiquitines, tenemos de todo".

Los matices

Para las viviendas (tienen web, tucasacerollera.com, y página de Facebook como Viviendas la Cerollera) se ha planteado un alquiler accesible que incluya asistencia básica. "Son ocho habitaciones con aseo individual y tres pequeños apartamentos amueblados, con zonas comunes con acceso a internet, actividades de ocio, alarmas personales para emergencias… la idea es que las comidas las provea el hostal municipal: es un modo de incentivarles, sobre todo para los meses invernales, que son más duros para un hostelero aquí. Rafael y Mari Carmen están haciendo un buen trabajo".

Rafael Quiñonero y Mari Carmen Tena vienen de Catarroja (Valencia) y antes de llegar a La Cerollera estuvieron un tiempo como hosteleros en Peracense. "Allí hay menos gente –explica Rafael– pero tienen el castillo, claro. Lo que ocurre es que muchos visitantes llegaban a verlo desde Rodenas, se daban su vuelta y se marchaban sin bajar al pueblo. Nos salió esta opción en La Cerollera hace tres años y medio, ganamos el concurso y aquí estamos. El pueblo está cerca de la carretera, hay seis habitaciones en el hostal y el bar-restaurante, también llevamos una pequeña tienda y traemos pan por lista desde Monroyo; la carne se pide cada quince días y llega desde Peñarroya de Tastavins. El hostal es una antigua abadía, data del siglo XVI y luego fue colegio. Por cierto, aunque esté mal que lo diga yo, hacemos un arroz al horno fantástico".

Jamón y maquis

No están mezclados, pero ambos conceptos inciden directamente en la vida del pueblo. Jamones La Cerollera es un secadero fundado en 1984; actualmente hay cuatro trabajadores en él, con Antonio Celma (actual alcalde) al frente. "Primero era pequeño: en 1990 ampliamos y ahora tenemos casi 20.000 jamones aquí. Nos llevamos la medalla de oro de calidad de la DOP Jamón de Teruel en 2015 entre 21 piezas, y la de bronce al año siguiente".

El pueblo también cuenta con el Museo de la Guerrilla, situado en el antiguo horno de pan. El hallazgo de unas trincheras (hay un recorrido marcado para visitarlas) y las historias de maquis motivaron esta obra: está abierto con guía especializado los sábados de junio a septiembre. "El resto del año, cuando toca, lo enseño yo", aclara Laura, antes de sumergirse de nuevo en una montaña de papeles.

Las múltiples inquietudes de la Asociación La Serva

Fundada en 1997, la Asociación La Serva cuenta actualmente con 120 miembros. Tanto los miembros residentes en el pueblo como los que viven fuera se encargan de que haya al menos una exposición anual y una actividad mensual, desde las relacionadas con cultos religiosos (San Antón, Santa Águeda, la recuperada romería del Santet) a la marcha senderista que tuvo lugar hace apenas dos días. También se han volcado en marcar rutas para andadas y bicicleta, y en conjunto con el Ayuntamiento se impulsó la edición de dos volúmenes sobre las antiguas masadas y masoveros de La Cerollera, además de un libro-deuvedé con la recreación de la siembra, siega y trillo, en la que se involucraron muchos vecinos. En 2015, Laura Serrano se involucró en una compilación de un libro de cocina con tesoros del pueblo, ‘Recetas de ayer y hoy’, en el que detalla desde la confección de embutido a los caldos caseros, la sopa de patata o las rosquillas a la sartén que veía hacer de pequeña.

LOS IMPRESCINDIBLES

El Remedio 

La parroquia es de estilo barroco ‘pilarista’ (el formato, a escala, se inspira en la basílica del Pilar) y se levantó a mediados del siglo XVIII. Su restauración, efectuada por Antonio Moreno, concluyó en 1998. Está hecha en sillar y ladrillo.

Jamones La Cerollera

Las condiciones climáticas locales son ideales para curar jamones, con secaderos naturales y salazón dado a mano. Antonio, el actual alcalde, se encarga también de llevar uno de los secaderos de referencia en Teruel.

Antonio Arrufat

El antiguo presidente de la Diputación Provincial de Teruel y actual delegado del Gobierno de Aragón en la provincia quiere mucho a su pueblo, del que también fue alcalde; conserva una vivienda ahí, donde pasa muchos días de asueto.

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