Eyaculación precoz: ¿por qué?

Existe diferentes mecanismos para tratar de solucionar un problema que, junto a los problemas de erección, es uno de los contratiempos que más afecta a los hombres.

La eyaculación precoz, junto con los problemas de erección, es uno de los contratiempos que más afecta
La eyaculación precoz, junto con los problemas de erección, es uno de los contratiempos que más afecta
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La eyaculación precoz es, junto a los problemas de erección, uno de los contratiempos sexuales más frecuentes entre los hombres. De hecho, la tasa media de prevalencia de eyaculación precoz, aunque varía en función de diferentes estudios, se sitúa alrededor del 30%, según la psicóloga Eva M.ª González, de Psicólogos Sexólogos Zaragoza.

La sexóloga define este problema como "la insatisfacción erótica que siente el hombre por no poder controlar voluntariamente la eyaculación". Un síntoma que se manifiesta con "frustración personal, pérdida de autoestima sexual y afectación de forma negativa en la relación de pareja".

Respecto a por qué un hombre puede padecer eyaculación precoz, González apunta que las principales causas son de carácter psicológico:

Educación sexual inadecuada. Información sexual errónea. Vivencia temprana de inseguridad en el papel sexual. Preocupación obsesiva sobre el rendimiento erótico adecuado. Problemas psicológicos asociados como ansiedad, estrés, depresión… Problemas en la relación de pareja o rol de anticipación: ‘me va a pasar otra vez…’. Posibles miedos a ‘no saber’, a quedar como inexperto. Autoobservación a lo largo del encuentro sexual que impide abandonarse a las sensaciones eróticas. Estar pendiente de las relaciones de la pareja con obsesión por satisfacerla: ‘¿le gustará realmente?’Todas estas causas psicológicas, apunta la sexóloga, "minan la autoestima y generan frustración, creándose ansiedad por la ejecución en el momento de la relación sexual, e incluso antes, anticipando el resultado”.

Entre las pocas causas de carácter físico se encuentran los problemas de tipo urológico, como la inflamación de la próstata, y algunas enfermedades degenerativas.

Ejercicios y tratamientos para solucionar el problema

La eyaculación precoz es un problema que puede dividirse en dos categorías. Primaria, cuando se ha dado desde las primeras relaciones sexuales; secundaria, cuando, después de un tiempo controlando la eyaculación, ese control desaparece, ya sea por motivos físicos o ansiedad. Además, puede darse también únicamente en el coito, con cualquier juego erótico o incluso durante la masturbación.

Para poner fin a este contratiempo, Eva M.ª González apunta tres tipos de soluciones:

Fármacos: existen cremas con lidocaína u otros componentes anestésicos que pueden retrasar algo la eyaculación, aunque disminuyen el placer sexual. Entre los fármacos que se prescriben para este tratamiento existe Priligy (dapoxetina), aunque se deben tener en cuenta las contraindicaciones que presenta y el "inconveniente" que refieren los hombres que lo han utilizado. Debe tomarse entre una y tres horas antes del encuentro sexual, por lo que tengo que ‘programar’ mis relaciones sexuales. Ejercicios individuales. Ejercicios de Kegel (contracción y relajación de los músculos del suelo pélvico) y técnicas de masturbación. Suelen ser los primeros a los que se recurre cuando se quiere poner fin a la eyaculación precoz. Terapia sexual. La eficacia de esta solución reside no solo en las técnicas sexuales, sino en las estrategias clínicas y terapéuticas, además de modificar la ansiedad de ejecución, información sexual errónea… - Ir al suplemento de Heraldo Joven 

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