Blancas: el toque mágico del azafrán

José Antonio Esteban y su hijo Carlos rigen los destinos de La Carrasca, empresa familiar dedicada a diversificar los usos culinarios y saludables de un producto fundamental en la zona que sufrió un largo ostracismo.

José Antonio Esteban muestra  la sabrosa miel con azafrán ecológico de La Carrasca.
José Antonio Esteban muestra la sabrosa miel con azafrán ecológico de La Carrasca.
Laura Uranga

José Antonio Esteban nació en Blancas hace 59 años, y lleva junto a su hijo Carlos las riendas de Azafrán La Carrasca, empresa que fundó hace casi una década en el convencimiento de que podían hacerse cosas nuevas y rentables con el tesoro morado tan característico en esta zona del Jiloca.

"Nací en el pueblo, no en hospital –especifica José Antonio– así que soy literalmente de aquí. Blancas era casi autosuficientes en la manutención, todo el mundo tenía su huerto, su trozo de azafrán, legumbres; todos tenían ovejas, pollos… menos azúcar, sal y aceite, había de casi todo".

Blancas: el toque mágico del azafrán

El azafrán es algo especial; no necesita de una tierra excepcional y aguanta bien las temperaturas extremas, habituales en Blancas y toda la comarca. "La gente pobre podían permitirse cultivarlo, aunque siempre en tierras más alejadas del pueblo, lo que implicaba salir en plena noche de casa para recogerlo al alba; recuerdo una hora de camino con mis padres. El que tenía más tierras o ganado lo usaba como ahorro, para gastos extraordinarios que pudieran surgir. Se conserva muy bien y no hay que consumirlo en un momento determinado; de hecho, repele a ácaros, polillas y roedores. El bulbo en plantación sí se lo come el ratón de campo".

Con el alza de la emigración a las ciudades, el azafrán bajó en Blancas y en toda la zona hasta quedar prácticamente en la nada hace quince años. En Castilla no había, y la gente (sobre todo en la vecina localidad de El Pedregal, de Guadalajara) venía a Blancas a cuidar niños o a ayudar a recoger los bulbos y ‘esbrinar’, verbo que alude en Teruel a separar los estigmas o briznas del azafrán del resto de la flor. A las siete de la tarde se paraba de trabajar y había una hora de baile: de ahí salieron muchos matrimonios mixtos entre los pueblos, fenómeno que se extendió a los pueblos vecinos como Ojos Negros, Monreal o Pozuel del Campo.

Y ‘La Carrasca’ tomó forma

José Antonio se empeñó en recuperar el azafrán dentro de sus tierras. "Fue difícil encontrar bulbos al principio, y tuve que convencer a la familia para plantar 500 metros cuadrados el primer año. Muchos me tenían por loco y yo respondí plantando 1.000 al año siguiente; entonces se despertó la curiosidad. Había muy poco azafrán producido en España, y sin embargo el país exportaba mucho procedente de Irán y envasado aquí. Quisimos buscar algo diferente, así que nos decantamos por el azafrán ecológico. No había nadie en España que lo hiciera entonces. Subimos poco a poco la superficie de cultivo, hicimos web y un día llamaron de una empresa belga para pedir cuarenta kilos. No teníamos tanto, así que ofrecimos seis, dimos precio y pedimos que ingresaran la mitad de lo convenido para cubrir los gastos iniciales: Al día siguiente lo ingresaron todo, y quedó claro que ahí había negocio".

José Antonio pasa ahora en la charla a ejercer de padre orgulloso... y con razón. "Mi hijo terminó el bachillerato y me dijo que se iba a matricular en el Grado Superior de Comercio Internacional. Lo sacó y desde entonces ha aplicado lo aprendido a la empresa. Se encarga de todo el comercio internacional: Francia, Inglaterra, algo en Estados Unidos y Alemania. Vamos a ampliar bastante la plantación para desarrollar nuevos planes".

Además del azafrán como condimento y la venta de bulbos, los Esteban vieron que había que diversificar la oferta. "Con el apoyo de proveedores y la base del azafrán ecológico fueron llegando el licor de azafrán, el aceite, la miel, un suplemento alimentario en cápsulas envasado en Alcorisa, queso de leche de cabra y chocolate, todos únicos en España. Acabamos de sacar el agua de mar de Ibiza con azafrán ecológico, perfecta para pulverizarla en ensaladas o platos al horno, y vamos a lanzar té de roca de Blancas con azafrán. Muchos productos vienen de conocer a la gente adecuada y unir fuerzas. Y vamos abriendo mercado; las primeras partidas de miel y aceite las primeras partidas enteras a Dubai, pero no olvidamos el comercio de cercanía, somos cofundadores del mercado ecológico de la plaza del Pilar en Zaragoza".

En 2013 dejaron boquiabierto al salón Gourmet de Madrid con los pétalos cristalizados y azucarados de pensamiento con azafrán, gestados junto a Laura Carrera de Flores en la Mesa. Ganaron un premio que siendo un gran apoyo promocional.

Secano regado por dos manantiales y la gran Paramera con sus carrascas y sabinas

El nombre de Blancas viene de hoyos blancos, como Ojos Negros de hoyos negros: en el pueblo había mucha piedra caliza. Toda el agua de boca y riego provenía de manantiales; las dos principales referencias son la Fuente Vieja, cercana al pueblo, y el Charaid, en pleno campo. En Blancas también hubo mucho esparto; se producían las típicas zapatillas. La industria principal durante mucho tiempo fue la de los ‘correcher’, que reparaban carros y luego derivaron en constructores de remolques y herreros; los principales fueron los Guallar y los Corella, famosos en toda la zona.

En el área de las lomas está la Paramera, zona protegida de unas 3.000 hectáreas de monte bajo y una cantera de la cual se sacó la piedra usada en la construcción del Banco de España en Teruel. La alondra de Dupont –solo está aquí y en Siberia– las carrascas y las sabinas abundan, con mención especial para la sabina milenaria que identifica a toda la comarca.

LOS IMPRESCINDIBLES

La Casa Grande

Situada en la salida del pueblo hacia la ermita de la Virgen de la Carrasa destaca la figura de la Casa Grande, residencia de campo de Jaime I, que usaba cuando pasaba de Aragón a Valencia. Sigue luciéndose el escudo real en la fachada.

La ermita de la patrona

La edificación consagrada a la Virgen de la Carrasca en Blancas data de los siglos XVII y XVIII, y acuden a ella desde Torrijo y Monreal del Campo los fines de semana anterior y posterior al de San Isidro;es patrona de los tres pueblos.

Un virrey de Guatemala

José Estachería nació en Blancas en 1727 y vivió hasta 1802. Fue capitán general del ejército, cofundador de la ciudad de Guatemala, virrey del reino de Guatemala de 1783 a 1789 y gobernador de Nicaragua.

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