Hoz de Jaca: la tirolina que hay y la tirolina que viene

Este municipio de espectacular belleza y desarrollo turístico moderado ha crecido en importancia para potenciales visitantes gracias a esta atracción, que el año que viene tendrá compañía.

La bajada por la Tirolina Valle de Tena es un gozo absoluto.
La bajada por la Tirolina Valle de Tena es un gozo absoluto.
Laura Uranga

Te has dicho a ti mismo que no da miedo, que el año pasado se tiró un nonagenario y no ha sido el único, que la vista vale la pena, que la experiencia, que las medidas de seguridad son estrictas, que todo va a salir bien, todo va a salir bien, que Paulo Coelho y Richard Bach y Deepak Chopra y toda esa gente deben tener razón. Casco en la cabeza, recomendaciones para la comodidad en la bajada, chistes del encargado para rebajar la tensión –chaval, que sé lo que haces, ahora estoy un poco nervioso, no necesitaba ser calmado, pero gracias–, cuenta atrás, ojos abiertos para no perderme nada... abajo.

Pues va casi lento, no es para tanto, bueno... no tan lento, qué pasada el viento en la cara que se sube por la pernera, mira qué bonita se ve el agua de Búbal allá abajo, muy abajo, pero no pasa nada, oye... qué maravilla, no tengo miedo, esto es increíble; vaya, si ya llego, parece menos de un kilómetro, hay que encoger las piernas y agarrar las manetas superiores, que me lo han dicho... quiero más. ¿Cuando volvemos?

Hoz de Jaca: la tirolina que hay y la tirolina que viene

La Tirolina Valle de Tena es una fábrica de sensaciones, una cura para los sentidos. La reflexión del principio y el relato mental posterior tienen más de verdad que de realismo mágico. Hace casi dos años, esta instalación descubrió Hoz de Jaca a muchos visitantes del valle de Tena, aunque ya era un secreto a voces para los habituales por su mirador y espectaculares paseos montañeses. El 13 de julio de 2016 bajó el primer humano osado por estos cables, pero la idea llevaba un tiempo en el horno.

Fue paso a paso, para hacerlo todo bien. José Antonio Roig y José Luis Salicio vieron finalmente como se materializaba un sueño. "La orografía invitaba a la idea, pero hacía falta apoyo. Hoz de Jaca nos parecía perfecto, y el Ayuntamiento se volcó para ayudarnos con los permisos y la logística. Fueron seis años de trabajo hasta la apertura; en España no había tirolinas dobles de carácter extremo y aptas para todos los públicos como la nuestra", comenta José Luis.

Es para todo el mundo en cuanto a edad, sí, pero hay limitaciones de seguridad; el peso de los usuarios debe estar entre 40 y 125 kilos, límites que pueden varias levemente por las condiciones meteorológicas. Eso sí, aquí se salta en verano e invierno, exceptuando el mes de noviembre, cuando la tirolina cierra por mantenimiento.

Cuádruple salto inmortal

Lo que viene es más ambicioso: una tirolina cuádruple desde Panticosa, de 3.000 metros de caída. Y viene enseguida. A José Luis le brillan los ojos. "Está aprobada, en verano empezamos la obra civil y la idea es abrir en la Semana Santa del año que viene. Aproximadamente, claro, pero ahí apuntamos. Ésta es distinta; puedes lanzarte de manera, sentado en el aire, o a lo Superman… además, tú diriges la caída, puedes ir recto o dando vueltas, como quieras; la velocidad es bastante mayor. Y sí, será única en el mundo".

Uno que ya estaba

Ramón Giménez ‘Chicotranco’ nació en Hoz de Jaca hace ochenta y tres años. Agricultor, ganadero, constructor... ha hecho un poco de todo. Y no está retirado; este último año ha ayudado a recuperar viejas sendas en el monte y marcarlas , para disfrute de los senderistas. Lejos de mirar las nuevas caras y realidades del pueblo con suspicacia, está muy feliz con el modo en que se han asentado las novedades. "Lo de la tirolina es un aliciente como no existe en ningún pueblo del valle; estamos muy contentos. Aquí nos llevamos bien los que estamos, aunque es verdad que hace falta más de gente que eche raíces".

Ramón ha hecho muchas de las casas que hoy se alzan en el pueblo. "Unas cuantas, sí –dice, orgulloso– y ojo, desde la cimentación a la brocha. Con acierto o con fallos, pero orgulloso del trabajo hecho. Lo de los senderos también me hace ilusión, y aún quedan muchos letreros por poner allí arriba. Cuando el trabajo se hace a gusto... ya sabes".

José Luis le mira con admiración. "Eres un fenómeno, Ramón". Otro vecino asiente, aunque no se ahorra una reivindicación. "Algo hay que hacer con los jabalíes y los prados, que a los ganaderos nos traen de cabeza; pero vaya, que estamos contentos". Por la oficina de la tirolina sigue llegando gente. Un sin parar.

Se puede andar, sí, o subir la cuesta con una bici eléctrica y montear con un ‘buggy’ o un ‘quad’

El tirón –valga la oportunista redundancia– de la tirolina ha atraído a otros pequeños empresarios a Hoz de Jaca. Además de un pequeño puesto de madera que funciona como salchichería, se han instalado en el pueblo Bikepark y Quad Pirineos. El primer negocio ofrece bicicletas y patinetes eléctricos para excursiones, y el segundo ‘buggies’ y ‘quads’ para rutas más ambiciosas o escarpadas. Ambos funcionan bien por sí mismos, se complementan y, evidentemente, ofrecen a los usuarios de la tirolina un atractivo añadido para el día. 'Fita' –se llama Rafael Carretero, aunque nadie le llama por su nombre de bautismo– empezó con las bicis y los patinetes hace un año, en junio. "El público familiar y los grupos de amigos son nuestros clientes habituales. Con estos vehículos se pueden hacer excursiones que resultarían muy problemáticas para gente no acostumbrada a los esfuerzos. Vengo de Panticosa, nací en Madrid, pero ya soy del valle. Tengo quince bicis y seis patines, también hago servicio de remonte recogiendo a la gente tras una excursión, hago reparaciones… de todo".

Pedro Fernández trajo los ‘quads’ y los ‘buggies’ hace dos años. "Estábamos en Panticosa y José Luis y José Antonio nos propusieron establecernos aquí. Probamos el año pasado y en éste repetimos, incluso aumentando la flota. El año pasado contábamos con seis plazas, ahora catorce. Hoz me encana, está ‘salvaje’ aún, andamos muy cerca a la estación de Panticosa por la cara sur, hay buen acceso a los ibones de la zona... una maravilla".

LOS IMPRESCINDIBLES

El Jardín de Hoz

Esta casa rural con toques art decó (www.jardindehoz.com) tiene el contacto activo en el bar El Refugio; cuenta con tres habitaciones que dan a exteriores, una terraza acristalada, comedor, cocina, sala común y porche amueblado.

Ermita de San Pedro

Esta ermita que parece brotar de la pared, muy cerca del embalse de Búbal, se encuentra en un paraje de espectacular belleza y vistas de fábula. Su romería, que se celebra el 29 de junio, fue recuperada hace quince años.

Bicis para Senegal

Desde El Jardín de Hoz se ha lanzado esta iniciativa para apoyar a la fundación Bicicletas Sin Fronteras en la web www.migranodearena.org. La meta es 2.000 euros y al cierre de esta edición se llevaban algo más de 700.

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