Cerveruela: vivir en el abrazo de un río

María, Sara y Beatriz Orduna llevan la granja escuela y el albergue del Tío Carrascón, en Cerveruela, el pueblo que disfrutaron desde niñas y que hoy se ha convertido en su base de operaciones.

Una de las habitantes más curiosas de la granja escuela del tío Garrascón.
Una de las habitantes más curiosas de la granja escuela del tío Garrascón.
Laura Uranga

Cerveruela es una ínsula, o casi. La abraza el Huerva en un meandro afectuoso que realza su belleza de postal. El pueblo está construido sobre una enorme roca de pizarra, así que el agua se buscó el modo de rodearlo del mejor modo posible; una leve modificación de cauce hace un siglo (se acortó algo el meandro) para aumentar las tierras de regadío ha sido la única intervención humana en un entorno natural privilegiado, alejado del mundanal ruido del modo más literal imaginable.

En Cerveruela vive María Orduna desde hace once años, Marieta para los íntimos. Su hermana Sara llegó poco después; Beatriz, la más pequeña, pasa en el pueblo todos los ratos que le permite su trabajo en comunicación digital con base en Zaragoza. Miguel, padre de las tres, se vino a vivir al pueblo hace cinco años tras su jubilación, pero no ha dejado de arrimar el hombro. Ahora echa horas de esfuerzo en la Granja Escuela del Tío Carrascón, proyecto empresarial de sus hijas, que complementan la apuesta con el albergue del mismo nombre.

Cerveruela: vivir en el abrazo de un río

"Quería venirme a vivir al pueblo, lo tenía claro –cuenta María– y un día lo hice. Me vine a la casa de mi abuelo materno. Hemos pasado aquí los veranos desde niñas, veníamos muchos fines de semana y fiestas sueltas; el vínculo, antes del arraigo actual, ya estaba ahí. Cuando llegó Sara ya empezamos a darle vueltas a muchas posibilidades. Ella vino a hacer un curso para trabajar en aulas canguro, ocupación en la que aún sigue, mientras que yo estaba dispuesta a trabajar en lo que fuera saliendo".

A las hermanas les chiflaban dos cosas muy compatibles: los animales y la pedagogía con los más peques. "Sara y yo –recuerda María– pensamos que sería bonito tener una granja escuela en el pueblo; lo curioso es que las dos lo teníamos en la cabeza y no nos lo habíamos dicho. Al ver que coincidíamos en la idea, empezamos a informarnos".

Todos los requisitos

En 2010 salieron subvenciones del Cuarto Espacio en la DPZ para el partido judicial de Daroca, encaminadas a apoyar creación de empresas y mejora del entorno rural. Las Orduna cursaron la solicitud, con éxito. "Nos dieron el máximo contemplado en la convocatoria; la idea de la granja escuela en un pueblo como el nuestro cuadraba perfectamente con el ámbito de la subvención", señala María.

Con esa primera ayuda empezaron a dar pasos productivos;en 2011, antes de poder armar la granja escuela, María ya comenzó a trabajar con cabras para obtener leche y queso;las tenía en un corral prestado por unos vecinos. En aquél entonces, las dos hermanas (Beatriz todavía estaba estudiando) andaban solas en la localidad. "Cerveruela estuvo a punto de quedarse vacío –explica María– y no ocurrió porque antes de llegar yo vino una pareja que tenía raíces en el pueblo; tuvieron una niña y estuvieron cuatro años. Apenas coincidieron con el pastor, que se marchó cuando llegaron. Al poco de llegar yo, se fueron. No estábamos totalmente solas nunca, iba pasando gente que se quedaba un mes, dos semanas... en fin". "Fuisteis muy valientes, yo no me hubiera atrevido –afirma Beatriz– pero desde que me incorporé entendí porqué estaban tan contentas aquí. Esto engancha".

El albergue

Las hermanas Orduna entendieron el potencial de su apuesta y la ampliaron con la idea del albergue del Tío Carrascón. "Solicitamos apoyo de fondos europeos a través de ADRI, la Asociación para el Desarrollo Rural Integral de las Tierras del Jiloca y Gallocanta, para hacer el albergue. Teníamos todos los puntos: jóvenes, mujeres, medio rural –ríen ambas– y gracias a eso pudimos abrir; fue en julio de 2013. Tenemos 32 plazas, cocina y espacio de cafetería, jardín junto al río... en las paredes hay impresas jotas inventadas por Bruno, un señor mayor del pueblo que nos quiere mucho". "Aunque ella prefiere hacer de manzana, yo creo que su tarta de tres chocolates es insuperable. Pedidla cuando vengáis", apunta Beatriz sobre las artes dulceras de María.

La pequeña de las hermanas, además de trabajar en la granja y el albergue los fines de semana y festivos, se encarga de las redes sociales y la web del Tío Carrascón. Sara está ahora de baja maternal (tuvo su segundo vástago en verano) y María se multiplica en el tajo diario. "Son muchas cosas; el albergue se cierra cuando no hay gente, pero la granja exige atención continua. Vamos organizando actividades todo el año, desde campamentos por edades en verano a visitas personalizadas para familias, da igual que sean tres o treinta, eso nos distingue un poco de otras granjas. La época fuerte de las visitas colegiales es en primavera, cuando se acerca el final del curso".

El Tío Carrascón, por cierto, es el nombre de una de las fuentes naturales que rodean Cerveruela en el entorno del Huerva. "Le pusimos el nombre al negocio por esa fuente, aunque lo curioso es que luego nos enteramos de que existió un Tío Carrascón aquí a principios del siglo XX", comenta Beatriz.

En la granja, los animales tienen sus nombres e historias personalizadas; desde las ocas a los burros, pasando por conejos, cerdos vietnamitas, cabras –la historia del cabrito Peco que recogió María, y que acabó amamantado por la perrita Chireta enternece al más pintado– y la inmensa tocina Rosalinda, de unos 300 kilos de peso. Los chavales se lo pasan pipa... y los mayores, también. Albergue, granja, naturaleza, buena comida y trato impecable; todo un combo ganador para el visitante.

Una dosis de protagonismo fílmico en ‘Ruralink’

‘Ruralink’ es un proyecto fílmico de carácter documental que conecta a jóvenes del medio rural de Brandenburg (Alemania), Lesbos (Grecia) y Aragón. Durante un año, nueve jóvenes de diversos puntos de Europa se formaron en la entrevista, la filmación y conceptos troncales de comunicación. Esta era la primera fase de un proyecto que les ponía después en danza;la idea era pertrecharse de equipo fílmico y desarrollar un guión que incluía viajes a zonas rurales de sus respectivas tierras de procedencia. Había que entrevistar a seis jóvenes y conocer sus apuestas vitales. En Cerveruela, la grabación se desarrolló en los primeros días de otoño del año pasado, y las hermanas Orduna fueron protagonistas del segmento aragonés junto a otro emprendedor, Javier Arias (Matarraña Adventure en Cretas). El filme está firmado de modo coral por Ruth-Maria Thomas, Elisabeth Wank, Jesús Lozano Lombarte, Laura Martínez Pallás, Anabel Roda Cerda, Emre Jon Brooks y Panagiotis Kypriotis, con la dirección artística de Séverine Lenglet. El sustrato es una visión de Europa basada en la sostenibilidad, la solidaridad y el pluralismo. ‘Ruralink’ dura 32 minutos; se estrenó en Zaragoza el 31 de mayo pasado (Centro Cívico Delicias) y se puede ver en el canal de Youtube de Citizens For Europe, entidad productora del filme junto a Fondo Natural y Bridging Europe.

LOS IMPRESCINDIBLES

Las fuentes del Huerva

En el término municipal de Cerveruela hay contabilizadas dos docenas de manantiales, varios de ellos rescatadas este verano en el International Workcamp organizado en el pueblo, gracias a trabajos de limpieza y desescombro.

Lurte cuenta con María

Se trata de uno de los grupos del folk metal más relevantes de todo el norte de España, con cinco discos en su haber a lo largo de catorce años de trayectoria. En la percusión cuenta con la pegada de María Orduna.

Pabellón Pepe Arbís

Desde hace quince años, el pabellón municipal se llama Pepe Arbís en honor a un vecino del pueblo, muy querido por todos y unido a Cerveruela por matrimonio, que desgraciadamente murió de cáncer a temprana edad.

-Ir al especial 'Aragón, pueblo a pueblo'

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