Un 75% de las enfermeras aragonesas se sienten estresadas

Agotadas, estresadas y poco realizadas en su trabajo. Así se sienten las enfermeras aragonesas, según un estudio llevado a cabo por el sindicato mayoritario de la profesión Satse, que revela además que 9 de cada 10 profesionales consideran que sus condiciones de trabajo han empeorado en los últimos cinco años.

El estudio 'Percepción de estrés en los profesionales de enfermería en España. Comparativa 2012-2017' pretende hacer un diagnóstico sobre la situación de la enfermería "después de los recortes en recursos humanos y materiales sufrido".

Entre las conclusiones del estudio, destaca que un 75% de las enfermeras aragonesas sufren estrés en el trabajo y solo dos de cada diez opinan que en su servicio hay una plantilla suficiente. Unos resultados muy similares al resto de España.

Ante esta situación, la responsable de formación de Satse en Aragón, Ana Bonafonte, ha exigido a la Administración que tome medidas para "rebajar el nivel de estrés de los profesionales que afecta a la salud de los aragoneses". "Las Administraciones deben intervenir para proteger la salud de sus trabajadores cumpliendo la ley de prevención de riesgos laborales y para  garantizar la conciliación de la vida familiar y personal", ha subrayado.

Las profesionales piden establecer medidas que pasan por potenciar la estabilidad de las profesionales, convocar oposiciones, volver a una jornada laboral de 35 horas semanales, reactivar la carrera profesional y crear entornos de trabajo seguros con una ratio adecuada enfermera-paciente. Un estudio de la OCDE alerta de la escasez de enfermeras, ya que mientras la media Europea es de 8,4 enfermeros por cada mil habitantes, la de España es de 5,1 por la misma proporción de población. Solo en el Miguel Servet hace años que se alertó de que hacen falta entre 300 y 350 profesionales más.

"Existen numerosos estudios nacionales e internacionales que constatan que a menos enfermeros existen más posibilidades de complicaciones y riesgos para la salud del paciente", ha manifestado Bonafonte, que ha asegurado que la falta de personal se palía con la prolongación de la jornada laboral de la profesional. “Se quedan más tiempo hasta que finaliza su actividad laboral”, ha insistido Bonafonte, que también ha recordado que todo este estrés genera bajas por patologías propias en el trabajador, como tensión muscular, nerviosismo, ansiedad o trastornos del sueño.

Tanto Bonafonte como la delegada de Satse Pilar Martínez han recordado que el trabajo de las profesionales de enfermería ha cambiado por el tipo de paciente, cada vez es más pluripatológico, y el sistema de salud establecido. "Afortunadamente, el paciente está menos ingresado, pero indirectamente esto supone más carga de trabajo para la enfermera. Tiene que hacer más pruebas de ingreso y tiene que acelerar más los cuidados", ha concluido Bonafonte, que ha recordado que la labor de la enfermería es cada vez más compleja.