Acusan del hurto de 24.000 € a una empleada que apareció amordazada y atada a un sillón

El fiscal pide cárcel para la mujer porque cree que ayudó a su expareja a entrar en el piso donde trabajaba y fingió después el asalto.

El juicio se celebró este martes en la Ciudad de la Justicia de Zaragoza.
El juicio se celebró este jueves en la Ciudad de la Justicia de Zaragoza.
Heraldo.es

La Fiscalía sentó este jueves en el banquillo de los acusados a una empleada del hogar que pasó de ser víctima del atraco en el domicilio donde trabajaba a presunta cómplice del mismo. La mujer, Vasilica Loredana B., de 26 años, fue encontrada por el dueño del piso amordazada y atada a un sillón. Sin embargo, las contradicciones en su relato y el hecho de que los ladrones fueran directos a los lugares donde estaban el dinero y las joyas llevaron a la Policía a detenerla por su supuesta colaboración en el asalto.

Los hechos se produjeron sobre las 11.00 del 10 de febrero de 2016 en una vivienda de la calle de Francisco Vitoria de Zaragoza. Cuando llegó el propietario, media hora después, oyó gemir a alguien. "Me contó que habían robado y llamé a la Policía", recordó  ante la titular del Juzgado de lo Penal número 3.

"Al dar una vuelta por la casa para ver qué faltaba, me sorprendió que tan solo hubiera cierto de desorden en los sitios donde guardábamos el dinero y las joyas. Todo lo demás estaba perfecto", relató este hombre de 82 años. Además del efectivo que había escondido en el cajón de un baño, los asaltantes se llevaron el Rolex del hombre, así como una serie de anillos, cadenas y piezas de oro y brillantes. "Y lo que me parece increíble, sabían hasta dónde estaban las huchas de mis seis nietos, que guardábamos dentro de una máquina de coser", dijo el testigo. En total, el botín ascendió a 24.000 euros.

Cuando declaró por primera vez en comisaría en calidad de víctima, la acusada dijo que estaba en la cocina haciendo la comida cuando dos encapuchados entraron en la casa. Al conocer de las sospechas que albergaba la Policía, la mujer cambió de versión y confesó que uno de los asaltantes era un exnovio, con el que tiene un hijo, y que la había amedrentado días antes para sonsacarle información sobre la casa donde trabajaba.

Según el abogado defensor, Rafael Ariza, a su clienta le hicieron declarar todo esto en comisaría sin asistencia letrada, de ahí que impugnara la prueba por vulneración del derecho a la defensa. La Fiscalía y la aseguradora Generali –que indemnizó a los perjudicados– piden para la empleada un año y tres meses de cárcel, así como una multa 1.620 euros. El segundo implicado en estos hechos no se presentó al juicio.

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