La sequía se acentúa en el eje del Ebro tras un julio marcado por la escasez de lluvias

El río registró una media de 31 metros cúbicos por segundo en la capital, uno de valores más bajos de los últimos años, pero sigue por encima del caudal ecológico.

El caudal del Ebro en Zaragoza estuvo ayer en el entorno de los 25 metros cúbicos por segundo.
El caudal del Ebro en Zaragoza estuvo ayer en el entorno de los 25 metros cúbicos por segundo.
Guillermo Mestre

El caudal del Ebro sigue sin remontar a su paso por Zaragoza. En julio registró una media de 31 metros cúbicos por segundo, uno de los datos más bajos de los últimos años, según la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE). La falta de lluvias ha acentuado la sequía del eje del Ebro, una situación que se remonta a abril de 2016, mes en que comenzó a detectarse un déficit de precipitaciones en prácticamente toda la cuenca.

Aunque el estiaje es habitual en meses como julio o agosto, no lo es tanto en mayo o junio, como ha ocurrido este año. La media del último mes ha rozado los 30 metros cúbicos por segundo del nivel preventivo, aquel que se trata de mantener para favorecer la dilución de vertidos. No obstante, los registros de la última semana son aún más bajos.

Pese a que el Ebro está muy por encima de los 13,56 metros cúbicos por segundo que marca el caudal ecológico para el mes de agosto, en los últimos siete días no se han superado los 30. Ayer, de hecho, se registraron 24,78 m3/s, uno de los valores más exiguos de las últimas semanas. Hace justo un mes, el caudal estaba a 48,05 a su paso por Zaragoza, pero desde ese día se ha registrado una tendencia a la baja con picos puntuales los días de lluvia.

Para encontrar un dato similar a los 31 m3/s del pasado mes de julio hay que remontarse a 2012, un ejercicio considerado como seco. También fueron significativos los 21 metros cúbicos por segundo de julio de 2002 y los 29 de 2003.

La CHE sostiene que la situación no es anormal, ya que los valores cercanos a los 30 metros cúbicos por segundo son habituales en el registro histórico. En todo caso, los datos más representativos del último siglo para un mes de julio se sitúan en torno a los 52, muy alejados de los de este año.

La Confederación destaca el esfuerzo que se está haciendo a través de los embalses para mantener el caudal en unos niveles aceptables para esta época, ya que se da la circunstancia que los de La Rioja, especialmente afectados por la sequía, no pueden aportar (las reservas de la margen derecha siguen en niveles anormalmente bajos en líneas generales).

Episodios significativos

Aunque para comprender la situación actual del Ebro a su paso por Zaragoza hay que mirar aguas arriba, la ausencia generalizada de precipitaciones en Aragón, común a otras zonas de la geografía peninsular, también resulta significativa. A falta de cerrar los últimos datos de julio, la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) estima que Zaragoza terminó el pasado mes por encima de la media. Huesca y Teruel, en cambio, podrían haber acabado por debajo.

A Zaragoza ‘le salvan’ las fuertes lluvias provocadas por una depresión en niveles altos de la atmósfera a principios de mes. El episodio, que llegó a inundar el metro de Madrid, afectó a la capital del Ebro el 8 de julio. Ese día, la estación del aeropuerto registró 20 litros por metro cuadrado y la de Valdespartera, unos 23. También destacan los 24 l/m2 que cayeron en Calanda el día 23, así como la fuerte granizada de Rubielos de Mora de hace solo unos días.

Aunque se esperan tormentas para las próximas horas en diversos puntos de Aragón, no se descarta que la sequía siga acentuándose y continúe lastrando el caudal del Ebro. En todo caso, según explicó la Confederación, habrá que esperar hasta octubre para hacer balance y decidir si se adoptan medidas extraordinarias.

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