El pacto de Lambán y Santisteve con la ley de capitalidad allana el presupuesto de la DGA

Ambos califican de "histórico" un acuerdo de mínimos que deja fuera el ICA y la deuda del tranvía. La ciudad recibirá 8 millones de fondo fijo y 13,5 en convenios, lejos de lo que pedía hace dos años.

Javier Lambán y Pedro Santisteve.
Reunión de Lambán y Santisteve
José Miguel Marco

Tras varios lustros de espera, el Gobierno de Aragón y el Ayuntamiento de Zaragoza llegaron ayer, por fin, a un acuerdo para que la capital aragonesa reciba una financiación estable por parte de la Comunidad Autónoma. Fue un pacto de mínimos, pero que ha permitido cerrar una negociación que, legislatura tras legislatura, nadie conseguía culminar; y que, además, ha allanado algo el tortuoso camino hacia un posible acuerdo presupuestario en el Gobierno de Aragón.

Sin ser una garantía definitiva de nada, el pacto entre los gobiernos del Pignatelli (PSOE-CHA) y de la plaza del Pilar (ZEC) puede favorecer la negociación de las cuentas autonómicas entre los socialistas y Podemos. Para que Zaragoza ingrese el dinero acordado este año, Aragón debe tener presupuestos. Hasta el alcalde, Pedro Santisteve, presionaba ayer al líder de la formación morada –que está integrada en ZEC–, Pablo Echenique: "Confío en su responsabilidad", lanzó.

Por de pronto, a los pocos minutos de que se presentara el acuerdo con la ley de capitalidad, Echenique ya anunciaba que renuncia a su exigencia del cese del consejero de Hacienda, Fernando Gimeno, como condición para hablar del presupuesto, aunque sin llegar a ofrecer unas garantías de acuerdo. El presidente del Gobierno de Aragón, Javier Lambán, se mostraba "razonablemente optimista" con la negociación con la formación morada.

El apretón de manos de ayer entre Lambán y Santisteve culminaba unas negociaciones que, tras meses al ralentí, se aceleraron repentinamente la semana pasada. Con la mayor parte del documento pactado desde hacía meses, faltaba concretar lo más importante: cuánto le paga la Comunidad al Ayuntamiento por soportar las competencias que ejerce y que no son propias, cómo se activa el cobro del Impuesto de Contaminación de Aguas (ICA) por parte de la DGA a los zaragozanos y cómo se salda la deuda que mantiene el Ejecutivo autonómico con el Consistorio por la construcción del tranvía.

Estos dos últimos asuntos se enquistaron y decidieron dejarlos fuera del acuerdo, pese a que el Ayuntamiento dijo que solo accedería a un pacto global. Sobre las cantidades, la ley recoge que Zaragoza ingresará 8 millones de euros al año por la capitalidad, que se incrementarán en la misma proporción que crezcan los ingresos del Gobierno de Aragón respecto al año anterior. Esta cifra se ajustará cuando se apruebe la normativa sobre la participación de los ayuntamientos en los ingresos de la DGA, que sigue pendiente. Además de esos 8 millones, se fijan 13,5 más para Zaragoza en convenios principalmente sociales, cantidad que se incrementará en 1,5 millones más cada año hasta 2020.

Aunque Lambán admitió que el acuerdo económico "no es todo lo satisfactorio que hubiera querido Santisteve", dijo que el Gobierno de Aragón hace un esfuerzo "importante". "Estaría perfectamente justificada la dotación de más fondos, pero llegamos más allá de lo que podíamos llegar hace unos meses", aseguró. Sin embargo, el propio Gimeno hace dos años, cuando estaba al frente de las arcas municipales, pedía 150 millones al Gobierno de Aragón por la capitalidad y las competencias impropias. Entonces, el Gobierno popular de Luisa Fernanda Rudi ofrecía a Zaragoza un fijo de 4 millones de euros anuales que podía incrementarse año a año en otros 4 más, hasta llegar a los 24 a partir del quinto año. Eso, sin contar los convenios sociales.

Santisteve, por su parte, agradeció la dotación económica de la ley, que consideró "importante y suficiente para comenzar". Y eso a pesar de que su concejal de Economía, Fernando Rivarés, asumió como propia la petición que hacía Gimeno, su antecesor en el cargo; y de que acordó con todos los grupos políticos del Ayuntamiento solicitar al Gobierno de Aragón estos 50 millones más otros 100 como exigencia de partida. Santisteve admitió que "no se ha radiado el acuerdo" al resto de partidos, pero dijo que se lo harían llegar –eso sí, ya firmado–. "Hay que combinar el ‘streaming’ con la confidencialidad", le echó un capote Lambán.

Pese a todo, tanto uno como otro celebraron un acuerdo que calificaron de "histórico", y que situaron como base sobre la que construir una nueva etapa de relaciones entre ambas instituciones, tras meses de desencuentros y hasta de descalificativos personales entre ambos. También lo tomaron como un posible punto de inflexión en las relaciones entre los partidos de izquierdas, que han sido tormentosas en ambas instituciones. "Puede ser un hito importante", dijo Lambán. "Tiene que haber un cambio en las relaciones para afrontar los problemas con lealtad institucional", añadió Santisteve.

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