"Si buscas pareja en Tinder, te vuelves loco"

Varios usuarios zaragozanos explican lo difícil que resulta entablar una relación a través de las aplicaciones de citas.

Una pareja camina por Teruel.
Una pareja camina por Teruel.
Antonio Garcia

"Hace 2 años que soy usuaria de Tinder y solo he tenido varias citas con 2 de los 15 chicos con los que he quedado". M. R., zaragozana de 22 años, explica lo difícil que resulta encontrar una pareja estable a través de esta aplicación de citas, cada vez más popular entre los aragoneses.

"La mayoría buscamos conocer a otras personas, quedar para tomar algo y, si surge, mantener relaciones sexuales esporádicas", dice, y comenta presenciar de forma continua casos de personas de su entorno que tratan de encontrar pareja a través de este chat y que se frustran al no conseguirlo.

"Si buscas pareja en Tinder te vuelves loco, porque dar con alguien que persiga lo mismo es como divisar un aguja en un pajar; si mi objetivo fuese ese, creo que estaría en la miseria", dice, aunque resalta que no es imposible.

"Una amiga de mi edad lleva un año y medio con otro chico al que conoció por este medio y se les ve muy bien, pero es el único de los muchos casos que conozco de primera mano, y eso que el número de personas que tienen perfil ahora ha aumentado mucho".

De hecho, según el Estudio Anual de Redes Sociales 2016 publicado por la Interactive Advertising Bureau (IAB) -asociación que representa al sector de la publicidad y la comunicación digital en nuestro país-, el 81% de los españoles de entre 16 y 55 años, unos 15,4 millones, utilizan las redes sociales una media de casi 3 horas diarias y de ellos, el 23% buscan conocer a gente nueva a través de las aplicaciones.

María Victoria Sanagustín, doctora en Sociología del campus oscense de la Universidad de Zaragoza, explica que esta dinámica se debe a la ‘sociedad líquida’ en la que vivimos, un concepto planteado por el sociólogo, filósofo y ensayista polaco Zygmunt Bauman.

"En ella, los ciudadanos, cansados de los dramas que cada día ocurren en el mundo, optan por hacer las cosas sencillas, de forma que si tienen oportunidad de conocer a otra persona, lo hacen sin pensarlo dos veces", explica.

"No obstante -apostilla-, como estamos movidos por el hiperconsumo, ciertos valores como el amor o la amistad que implican compromiso, se hacen líquidos, no duran".  

La situación se complica todavía más en las aplicaciones de citas para homosexuales, como Grindr, Bender, Wapo o Scruff. J. J., zaragozano de 29 años, es usuario de la primera desde 2012 y asegura haber quedado con decenas de chicos. "Diría que el 90% ni siquiera se molestan en preguntarte el nombre; buscan satisfacer sus necesidades y continuar con sus vidas", lamenta.

"Llega un momento en el que te desesperas, porque para nosotros, en ciudades como Zaragoza, Huesca o Teruel, resulta más complicado encontrar a tu media naranja si no es por medio de estas redes", critica.

Su compañero de piso, A. L., también zaragozano de 32 años, va más allá y considera que estas plataformas hacen un flaco favor a las relaciones de larga duración. "Las personas tienen con estas aplicaciones la posibilidad de experimentar y conocer a gente nueva todos los días, y muchos se resisten a conformarse con alguien que han conocido porque creen que pueden encontrar a otra persona mejor fácilmente", dice.

También opina que uno de los principales hándicaps a la hora de encontrar pareja a través de estas aplicaciones es precisamente conocer a la otra persona por este medio. "Pensar que después de quedar con alguien, este puede seguir en ese chat hablando y flirteando con otros genera desconfianza y mala gana", asevera.

Sanagustín comenta en este sentido que, en general, mientras las mujeres adultas buscan a través de este tipo de redes compañía y amistad, los hombres quieren sexo gratuito y fácil. "Y si para ello es necesario mentir, se miente", añade.

Según la socióloga, resulta evidente que las relaciones que se establecen en las redes no dejan espacio ni a la amistad ni a la ternura. "De esta forma, la persona experimenta cierto vacío afectivo que le empuja a buscar una nueva relación y así indefinidamente", concluye.

¿Qué es Tinder y cómo funciona?

Tinder se popularizó como una aplicación para encontrar pareja, aunque en realidad mucho usuarios la utilizan como una herramienta más para conocer gente con fines muy variados.

Una vez descargada, la aplicación va mostrando uno por uno perfiles de otros usuarios que se encuentran en tu misma ciudad o dentro de un perímetro determinado.  Si el perfil que aparece en la pantalla te resulta interesante, basta con deslizar el dedo hacia la derecha. De lo contrario, deslizas el dedo por hacia la izquierda, indicando que no estás interesado en esa persona y que prefieres que la aplicación te muestre otro perfil.

Los otros usuarios no sabrán que has visto sus perfiles ni si los has descartado o no, a no ser que los dos hayáis indicado estar interesados el uno en el otro. Entonces, ambos seréis informados por la aplicación y se os permitirá iniciar una conversación a través del chat. Es el momento de conocerse para averiguar si hay o no compatibilidad.

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