Las sanciones a furtivos aumentan un 56%

En 2015, el Gobierno de Aragón tramitó 23 expedientes; en 2016, 36. Huesca ha triplicado sus casos.

Imagen de archivo de material incautado en la provincia de Huesca.
Imagen de archivo de material incautado en la provincia de Huesca.
Javier Broto

Las sanciones a cazadores furtivos se han incrementado un 56% en Aragón. Según los datos recabados por el departamento de Desarrollo Rural y Sostenibilidad, en 2015 se tramitaron 23 expedientes; en 2016, 36. La provincia de Huesca es la causante directa de este aumento, al triplicar el número de casos. Ha pasado de albergar 7 a 24, con la operación 'Coturnix' (nombre científico de la codorniz) como epicentro.


Alrededor de 50 personas estuvieron implicadas en una sucesión de irregularidades que fueron abordadas por el Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (Seprona) en dos fases. La primera se emprendió en enero de 2016 y concluyó en abril; la segunda comenzó a mediados de octubre y se prolongó hasta finales de año. De ahí que, tal y como explica Arturo Notivoli, jefe del Seprona en Huesca, haya denuncias que todavía están por resolver.


"Es preciso aclarar que nuestros agentes se encargan de dar los avisos con las pruebas pertinentes, pero después es la autoridad competente la que impone las sanciones. Hay infracciones que quedan sin castigo; otras no tienen una sentencia firme. Por ello, esos 24 incidentes que registra el Ejecutivo autonómico no se corresponden con la cantidad de actuaciones del Seprona", indica Notivoli, antes de aclarar que en 2016 fueron muchas más.


"El aumento del furtivismo en el territorio altoaragonés va asociado a 'Coturnix'. Fue una campaña de envergadura que se ocupó de controlar la estabilidad tanto en la caza menor como en la mayor", remarca, y lamenta lo "complicado" que resulta abolir determinadas situaciones. "Existen muchas formas de infringir la ley. No se puede hablar de solución única frente a las bandas organizadas ni frente a particulares que actúan en puntos muy variados", concluye.


A diferencia de Huesca, las provincias de Zaragoza (pasó de siete a seis expedientes) y Teruel (de nueve a seis) lograron reducir el furtivismo durante el pasado año. Los casos más repetidos fueron los vinculados a no llevar la documentación. Una falta que se clasifica como leve -oscila entre 60 y 300 euros de multa- cuando el cazador tiene los papeles en regla pero los ha olvidado y no los presenta en el plazo de 15 días.


Entre las graves -multas de 300 a 3.000 euros-, el Plan General de Caza recoge el "incumplir las normas de señalización de las zonas cinegéticas", el "arrancar, derribar, desplazar o modificar cualquier señal prevista de legislación sin permiso del titular", el "cazar sin licencia" o el "cazar fuera del periodo comprendido entre una hora antes de la salida del sol y una hora después de su puesta, excepto en las modalidades permitidas".


La introducción y suelta de especies sin la debida autorización o la caza de sarrios, cabras montesas, ciervos, corzos, gamos o muflones sin licencia figurarían entre las infracciones "muy graves". El último caso conocido se dio la pasada semana en la localidad turolense de Alcorisa. El denunciado, que ya era objeto de seguimiento y vigilancia, fue sorprendido en plena actividad ilícita en el coto deportivo de Molinos. Al registrar su vehículo, los agentes encontraron un trofeo de macho montés. La multa a la que se expone por acabar con ese ejemplar es de 6.000 euros, a los que habrá que sumar sus antecedentes. La pena económica máxima por asuntos de caza es de 60.000 en la Comunidad.





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