Celebrar las Navidades en el restaurante, una tendencia al alza en Aragón

Los alimentos típicos de estas festividades se siguen manteniendo casi sin modificaciones desde hace más de medio siglo.

Los mercados auguran un repunte en las compras del menú navideño
Los mercados auguran un repunte en las compras del menú navideño
Guillermo Mestre

Las grandes comidas familiares y en casa ya no son la única opción de pasar los días más señalados de la Navidad en Aragón. Cada vez es más común que los aragoneses decidan salir a hoteles y restaurantes para disfrutar de estas fiestas. “Con el siglo XXI, llegó el 'boom' de los cotillones y muchas familias y grupos de amigos empezaron a cenar fuera de casa en Nochevieja. Con la crisis, estas situaciones se volvieron minoritarias y ahora han empezado a resurgir”, explica Luis Vaquer, presidente de la Asociación de Empresarios de Restaurantes de Zaragoza y Provincia. Con los típicos cotillones de cena también han llegado las comidas de Navidad, Año Nuevo y Reyes, e incluso algunas familias se animan a celebrar la tradicional cena de Nochebuena en el restaurante.


“Muchos hoteles siempre han servido menús especiales para estos días, ya que debían de ofrecerlos a aquellos que estaban alojados, pero debido a la alta demanda, cada vez son más los restaurantes que abren para Navidad, Año Nuevo y Reyes”, explica.


En Nochebuena la situación es diferente. Solo unos pocos restaurantes como La Torreta de San Clemente o La Matilde están abiertos ese día. Otro ejemplo es El Chalet, que aunque no da cenas en su comedor, sí que prepara el menú de Nochebuena y Nochevieja para llevar.


“En estos momentos, Nochebuena es el único servicio en el que los restaurantes cerramos, aunque ya empieza a haber alguna persona que nos pregunta por él. Quién sabe, quizás en algunos años, si sigue aumentando la demanda, tengamos que empezar a hacerlo”, reconoce Vaquer. Por el contrario, sí que es más común que en Navidad haya comidas en muchos establecimientos de Aragón: “Es una tendencia que comenzó hace unos años y a la que cada vez se suman más espacios. Generalmente son hoteles y restaurantes acostumbrados a banquetes, aunque empiezan a abrir establecimientos más tradicionales”.


Estos menús, en los que se tiende a mantener los alimentos tradicionales, tienen un precio que oscila entre los 25 y los 50 euros, aproximadamente. Por el contrario, en Nochevieja, el coste sube, “ya que la mayoría cuentan con baile y barra libre hasta altas horas de la madrugada”. “En estas celebraciones hemos percibido un gran cambio. Cuando se empezó, todo eran grupos de familiares y amigos, pero ahora, la gran mayoría son mesas pequeñas, generalmente de parejas. Muchas de ellas son extranjeros que vienen a pasar la Nochevieja a Zaragoza”, explica Vaquer.


Muchos de los restaurantes que elaboran menús especiales para Navidad y Nochevieja también se suman a las festividades de Año Nuevo y Reyes, con las que se finalizan las reuniones familiares típicas de estos días. Por su parte, los más tradicionales o aquellos que no se pueden permitir este desembolso económico mantienen la celebración en sus viviendas, pidiendo sillas a amigos y conocidos y ampliando todo lo posible el tamaño de la mesa para conseguir estar todos juntos.

Un menú con pocas variaciones

En estos casos, según asegura Ángel González, presidente de la Academia de Gastronomía Aragonesa, la estampa no ha cambiado en exceso en el último medio siglo: “Mantenemos las mismas costumbres, el menú casi no ha variado y solemos juntarnos toda la familia (aunque cada vez son menos numerosas)”. Hace años, el cardo con almendras y la sopa eran los productos estrella entre los primeros platos, mientras que en los segundos destacaba el ternasco asado, el besugo al horno y el pollo a la chilindrón. “Ahora no tenemos productos muy diferentes. El cardo sigue siendo el protagonista de la Nochebuena, aunque en algunas casas lo han cambiado por la borraja con almejas. En los segundos platos, seguimos apostando por el ternasco, el besugo y el pollo, aunque ya no se suele hacer al chilindrón, ya que cada vez hay menos gente que sepa cocinarlo”, detalla González.


Desde hace un tiempo también se han convertido en indispensables de la mesa el marisco, el solomillo de ternera “y la compra de platos semicocinados de pavo o pularda, que solo hay que hornear y servir”. En el ámbito de los postres, los aragoneses seguimos apostando por el turrón, pero en las casas ya no hay solo guirlache o de Alicante. “Ahora las variante son casi infinitas, desde los más tradicionales hasta otros con sabores frutales e inclusos florales”, recuerda.


La tradición también se suele mantener en los menús que elaboran estos días en los hospitales. Por ejemplo, en el Hospital Miguel Servet, en Nochebuena hay cardo en salsa de almendras y en Año Nuevo, el ternasco de Aragón es el protagonista.  Parecido ocurre en el Hospital Clínico, que incluye entre sus propuestas la sopa con picadillo de huevo y pechuga y los jarretes asados. Tampoco pueden faltar los turrones (también hay opción para aquellos que tienen la glucosa alta), que se ofrecen tanto en Nochebuena y Navidad como en Nochevieja.

Casi 200 euros de gasto en comida

Estos días, el gasto de los aragoneses sube impulsado por la compra de regalos y de comida. En concreto, según la encuesta realizada por A+M para HERALDO DE ARAGÓN, el presupuesto destinado a los alimentos de esta Navidad es de 190 euros. Los más precavidos habrán realizado sus adquisiciones en las primeras semanas de diciembre, a la espera de no sufrir la conocida subida de precios de la Navidad. Sin embargo, aquellos que no hayan tenido tiempo o que prefieran los alimentos del día, este sábado se encontrarán con importes más elevados, superando el 20% en determinados productos.


Por ello, desde hace unos años, algunos se decantan por la contratación de créditos para hacer frente a estos gastos. Según el estudio elaborado por Kelisto.es, casi 97.000 aragoneses financiarán de este modo las compras de Navidad, lo que supone un 11,65% de la población de la comunidad. El gasto total ascenderá a 49 millones de euros y deberán pagar casi 1,5 en intereses. Aparte de los préstamos bancarios y los adelantos de nómina, que es lo que analiza este estudio, las grandes superficies también ofrecen diversas alternativas para financiar los gastos navideños.


Eroski, a través de su tarjeta Eroski Red, fracciona las compras sin ningún tipo de coste. Si se superan los 90 euros, el pago se divide en 4 meses (febrero, marzo, abril y mayo); si la compra supera los 140, se fracciona en 6 meses y si es más de 199, en 10. El Corte Inglés mantiene por tercer año consecutivo su Anticipo Navidad. Esta línea de crédito permite ir cargando el importe de todas sus adquisiciones navideñas hasta el 5 de enero. Después se puede devolver en un pago único el 28 de febrero, fraccionando en tres cuotas sin intereses o en 6 (los tres últimos sí que tienen intereses).


Carrefour, comprando con la Carrefour Pass, ofrece 12 meses sin intereses para compras realizadas hasta el 8 de enero con importes desde 200 hasta 2.000 euros. Por su parte, Alcampo, con la tarjeta Oney, da la posibilidad de pagar en varios meses los juguetes y regalos de su catálogo, pero con compras superiores a 90 y 200 euros respectivamente.

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