La comunidad escolar aragonesa considera insuficiente la suspensión de las reválidas

DGA, sindicatos, padres y docentes urgen un acuerdo sobre el acceso a
la Universidad. Las asociaciones de estudiantes anuncian que habrá más movilizaciones contra la Lomce.

Manifestación contra la LOMCE
Las calles de Zaragoza se vuelven a teñir de verde por la paralización de la LOMCE
Tony Aphoto

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, declaró ayer en el Congreso que las polémicas reválidas, contra las que hubo una huelga estudiantil el miércoles, no tendrán efecto académico hasta que haya un pacto por la educación en el país. Un anuncio esperado, pero que sabe a poco a muchos de los actores del sector en la Comunidad aragonesa, que le piden ir más allá en las reformas de la Lomce y, en especial, solicitan llegar ya a una decisión sobre la prueba de acceso a la universidad que sustituya a la selectividad.


En este sentido, la consejera de Educación, Mayte Pérez, dijo ayer que nada había cambiado tras las palabras del presidente en funciones, ya que las reválidas no iban a tener este curso efecto académico alguno.


"Estamos en el mismo punto. Las comunidades hemos tenido que llevar la iniciativa porque es inconcebible que, a cinco meses de que tengan que hacerla, en una situación de estrés y cuando van a elegir su futuro profesional, no se tenga claro qué tipo de prueba se va a hacer", lamentó la consejera. De hecho, un grupo de doce comunidades –entre ellas, Aragón– acordaron pedir al Ministerio que la prueba de final de bachillerato sea lo más parecida a la anterior selectividad y valga para todos los centros del país, como pidieron también las universidades públicas en una reunión celebrada hace unas semanas.


En términos similares se expresó ayer el presidente de la Asociación de Directores de Instituto de Aragón, Toni Martínez, para el que urge que se publique ya la orden de evaluación. "Queremos una solución ya para ponernos a trabajar. El presidente dice que dejará sin efectos académicos las reválidas hasta que se produzca un pacto por la educación, que llega ya con cinco años de retraso", reprochó el profesor.


Los sindicatos opinan, asimismo, que en el discurso de Rajoy no había novedades significativas y solicitaron, por boca de Alfonso Zafra, de CSIF, concreción en las reválidas o la paralización de la ley.


El anuncio de que estas pruebas a final de 4º de ESO y 2º de bachillerato no contarán para nota ni serán obligatorias para obtener el título del ciclo llega un día después de la huelga contra las reválidas que tuvo un seguimiento masivo en esos cursos, y que en Aragón convocaron colectivos estudiantiles y las ampas de la escuela pública.


Fuentes de Fapar se felicitaron ayer de que la presión ejercida hasta la fecha empiece a dar sus frutos, pero creen que el nuevo Gobierno tendrá aún "muchas cosas que reconsiderar" en el sector educativo. Fapar también reclamó una solución lo más rápida posible al acceso a la Universidad.


Por su parte, las asociaciones de estudiantes, en el día de resaca de la huelga, acogieron la noticia de forma positiva, aunque la consideren "insuficiente". "Lo que vemos es que las movilizaciones sirven. Y servirán más ante un gobierno que va a estar en una debilidad absoluta", manifestó ayer Rubén Sanz, portavoz de ADEA. En este sentido, adelantó que su asociación, igual que otras de alumnos de la Comunidad, plantearán nuevas movilizaciones contra la Lomce para el futuro.Preguntas y respuestas


¿Habrá o no exámenes a final de ESO y bachillerato?


Sí El presidente del Gobierno no dijo ayer que se paralizaran las reválidas, sino que esos exámenes de final de ciclo, en ESO y bachillerato, no contarían para nota. En concreto, Mariano Rajoy afirmó que las reválidas no tendrían efectos académicos, lo que quiere decir que no serán necesarias para obtener el título de fin de ciclo y poder continuar con los estudios, como recoge la Lomce. De hecho, este año es la primera vez que se van a llevar a cabo estos exámenes y, por este motivo, el Ministerio de Educación ya había confirmado que no se necesitaría aprobarlos para pasar el ciclo, pero sí habría que hacerlo en los cursos posteriores. La novedad en el discurso de ayer del presidente radica en que la necesidad de aprobar las reválidas para obtener el título queda en suspenso hasta que se llegue a un pacto por la educación. Por lo tanto, estas pruebas tras 4º de secundaria y segundo de bachillerato se plantean como las otras dos que impone la Lomce en tercero y sexto de primaria, solo con un propósito diagnóstico y no para evaluar al alumnado.


¿Cómo será ahora el acceso a la universidad?


A pesar de la petición de la mayoría de comunidades de mantener la selectividad, al menos este año, de las palabras del presidente se deduce que no será así. El acceso a la universidad, por tanto, se llevará a cabo a través de este examen a final de segundo de bachillerato, que tendrá lugar en los centros donde los alumnos ya estudian. La nota de esa prueba contará un 40%, mientras el expediente de los dos años anteriores valdrá un 60.


Aunque en un principio se habló de que esta reválida sería tipo test, el borrador de la orden que se dio a conocer esta semana contempla exámenes similares a la selectividad, pero incluye también materias de 1º de bachillerato, como Filosofía. En este texto provisional también se reflejaba que para entrar en la universidad sería necesario una nota mínima de 4, siempre que la media del bachillerato fuera igual o superior a 5. Los exámenes se celebrarán en junio de 2017, pero aún falta concreción sobre su puesta en marcha.


¿Cuál es la postura de la administración aragonesa?


Los directores generales de Universidades de doce autonomías, Aragón incluida, llegaron a un pacto recientemente para solicitar al Ministerio que mantuviera este año la selectividad y, de no hacerlo, que la nueva prueba se parezca lo máximo posible a ella. Además, y ya que el examen no tiene efectos académicos, pidieron que solo se haga a aquellos que quieren entrar después a la Universidad y que, ya que ahora este examen será potestad de las comunidades, que garantice su viabilidad económica. Por otro lado, la Universidad de Zaragoza (UZ) ya acordó con otras ocho públicas del país asumir la reválida de bachillerato como nueva prueba de acceso, incluyendo el distrito único, de manera que un alumno aragonés pueda con la nota que saque en ese examen pedir el ingreso en cualquier facultad española. La UZ se reunió a su vez con las consejeras de Educación y Universidad, en un encuentro donde plantearon de forma conjunta una prueba similar a la anterior, puntuada también sobre 14.

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