La extracción de carbón a cielo abierto ha sido para la minería turolense la gran "esperanza" de futuro. De hecho, Samca tiene proyectada una nueva explotación entre Alcaine y Oliete que dotaría de carbón a la Térmica de Andorra durante, al menos, 20 años más y que iba a ser la reubicación "lógica" de los empleos que se perderán a partir de diciembre con el cierre de la última mina subterránea de Ariño. Pero el devenir de los acontecimientos en el último año ha truncado las perspectivas de futuro. Endesa continúa agotando todos los plazos y no aclara si invertirá o no los 230 millones de euros que necesita la Térmica para alargar su vida útil más allá de 2020. "Mientras tanto, se prejubila a mineros, se cierran empresas y se echa a subcontratas. Tememos que se está preparando todo para el cierre del carbón", lamenta el alcalde de Ariño, Joaquín Noé. El sector se reunirá el lunes para continuar con las protestas que inició en febrero.