El Aula Magna del Paraninfo acogió ayer al colectivo profesional de ingenieros técnicos industriales con motivo de su fiesta patronal. Durante el acto institucional, el decano del Colegio de Aragón, Juan Ignacio Larraz, puso el acento en la nueva denominación del Colegio y en cómo estos profesionales han pasado en poco tiempo de ser peritos industriales a ingenieros técnicos industriales y, en la actualidad, graduados en ingeniería de la rama industrial.

En la mesa presidencial le acompañaron el rector José Antonio Mayoral; el subdelegado del Gobierno en Zaragoza, Ángel Val; el director general de Industria, Fernando Fernández; el director de la Escuela de Ingeniería, José Ángel Castellanos, y el presidente del Consejo General de Colegios de Ingenieros Técnicos Industriales de España, José Antonio Galdón.

Los ingenieros que han cumplido 25 y 50 años de profesión recibieron un reconocimiento y la Unión de Asociaciones de Ingenieros Técnicos Industriales de España nombró socio de honor al anterior rector de la Universidad de Zaragoza, Manuel López. “Es un hombre inclinado a hacer el bien y tiene gran capacidad para unir”, subrayó el decano.

Por su parte, Manuel López destacó que, aunque no es ingeniero, ha tenido mucha relación con este colegio profesional. “Probablemente con el que más –comentó– porque en el momento en que se puso en marcha el Plan Bolonia hubo que fusionar los dos centros que impartían ingeniería y eso requirió mucho trabajo”.

También se entregó la insignia de socio de mérito a Javier Ferrer Dufol, decidida por los compañeros de profesión. “Supone una satisfacción enorme –comentó–, aunque soy empresario y mi trayectoria ha estado vinculada a este mundo, la carrera me ha enseñado muchas cosas sobre los valores de la vida”.

Por último, la ingeniera Peña Pérez recibió el premio de fin de grado. A la ceremonia también asistieron el diputado Arturo Aliaga y el exvicerrector de Infraestructuras, Joaquín Royo. Tras el acto institucional se celebró una cena conmemorativa donde los invitados pudieron ponerse al día de una forma más distendida.