El presidente de la DPZ anuncia que votará en contra del pacto de Sánchez con C's

Lambán y la andaluza Díaz lideran el sector socialista que apoya a las diputaciones.

Concentración de trabajadores de la Diputación Provincial de Zaragoza.
Concentración de trabajadores de la Diputación Provincial de Zaragoza.
José Miguel Marco

La rebelión interna en el PSOE por el acuerdo de investidura firmado entre Pedro Sánchez y Albert Rivera continúa. El presidente de la Diputación Provincial de Zaragoza, el socialista Juan Antonio Sánchez Quero, anunció ayer que votará en contra del pacto PSOE-C’s en la consulta a la militancia, aunque también reiteró que seguirá "los acuerdos a los que se llegue por mayoría".


El máximo responsable de la DPZ, que acudió por la mañana a una concentración en contra de la supresión de estas instituciones, defendió que las diputaciones son "piezas clave para el desarrollo rural" y que por eso se posicionará en contra del pacto. "Son esenciales para prestar todos y cada uno de los servicios en los municipios", incidió. Quero –que es una persona de completa confianza del líder del PSOE aragonés, Javier Lambán– también confesó que le supuso una "sorpresa" la decisión de su partido de aceptar en el pacto la supresión de los entes provinciales. "Se podría haber llegado a cualquier otro tipo de acuerdo diciendo que se pueden reformar en profundidad para ponerlas al servicio de los ciudadanos", dijo.


No obstante, el presidente de la DPZ no pedirá a los militantes el voto en uno u otro sentido, ya que considera que cada ejecutiva socialista "es suficientemente independiente para hacer lo que considere oportuno". Eso sí, Quero reclamó el amparo de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) para que se abra un debate a nivel nacional acerca de qué hacer con las diputaciones.


Una propuesta con la que coincidió Vicente Guillén, consejero de Presidencia de la DGA y secretario general de los socialistas turolenses, que ayer antes de entrar a la reunión del Consejo de Cooperación Comarcal apostó por que sean los propios Ayuntamientos los que, a través de la Federación Aragonesa de Municipios, Comarcas y Provincias, decidan "cómo debería ser una hipotética reforma de las diputaciones provinciales".


Respecto al acuerdo, Guillén se limitó a constatar que es un pacto "complejo e importante" que va más allá de la supresión de estas entidades, y recordó que "entre dos partidos políticos que hacen 130 votos no es suficiente para hacer una modificación de la Constitución". Además, se abstuvo de pedir el voto. "Como secretario general de Teruel no me voy a manifestar sobre lo que tienen que votar los militantes, tendrán que ser ellos dentro de su autonomía los que decidan", concluyó.


Fernando Gimeno, consejero de Economía y Hacienda, que también acudió al encuentro con los presidentes comarcales, remarcó que el pacto PSOE-C’s "no da la mayoría" para gobernar y reiteró la necesidad de incorporar a Podemos a cualquier posible acuerdo de investidura. Pidió "paciencia" y recordó que "muchas veces un minuto antes de terminar los plazos se resuelven los problemas".

Malestar en las federaciones

Estas declaraciones se suman a las críticas que inició el miércoles el secretario general del PSOE aragonés,Javier Lambán, y que ayer endureció. Afirmó que en sus 12 años al frente de la DPZ "jamás" sintió que su función fuera "prescindible o inútil para la sociedad". "Más bien todo lo contrario", dijo.


Junto a Lambán, la otra dirigente regional del PSOE que lleva dos días dedicando elogios a las diputaciones es la andaluza Susana Díaz. Ayer las señaló como claves para "vertebrar y cohesionar el territorio".En un término similar se pronunciaron también el presidente de Castilla-La Mancha, EmilianoGarcía-Page, y más de una decena de federaciones provinciales socialistas.

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