El presidente de las Cortes de Aragón, Antonio Cosculluela, recibió ayer, 13 de enero, en su despacho del Palacio de la Aljafería a una delegación del Ayuntamiento de Benasque y de la Asociación Pro Túnel de Benasque-Luchon, que ha pedido la implicación de la institución con esta infraestructura.

Al encuentro, asistieron el alcalde de la localidad, José Ignacio Abadías, y el teniente de alcalde Félix Jordán de Urries, así como el presidente y vicepresidente del colectivo, José Luis Ballarín y Antonio Merino, respectivamente. Les acompañó también el diputado y alcalde de Benabarre, Alfredo Sancho.

De todos ellos, Cosculluela conoció los últimos pasos dados para intentar impulsar la mejora de las comunicaciones del valle de Benasque, a través de un túnel carretero que uniría Benasque con la localidad francesa de Luchon y que complementaría a la N-260, informó las Cortes de Aragón en una nota de prensa.

El presidente de la Asociación, José Luis Ballarín, explicó al presidente de la institución legislativa que el colectivo ha encargado ya la Fundación para el Desarrollo Socioeconómico del Alto Aragón (FUNDESA) un estudio sobre el posible impacto del túnel en la economía aragonesa, cuyo primer avance estará disponible esta primavera. Además, le comunicó  que han vuelto a reactivar los contactos para implicar a las distintas instituciones públicas en el proyecto.

"Es un proyecto que beneficiaría no sólo a Benasque, sino que es importante para todo Aragón. El túnel conectará a la Comunidad con una región muy potente, de seis millones de habitantes y así se lo queremos hacer entender a todas las Administraciones", defendió Ballarín.

Además de la ronda institucional para divulgar su reivindicación, la asociación tiene previsto organizar esta primavera en Benasque unas jornadas técnicas y divulgativas sobre el túnel transfronterizo.

La Asociación Pro Túnel de Benasque-Luchon se creó en 1985. El colectivo cuenta con cerca de medio millar de asociados y en sus primeros años de andadura logró más de 250 actas de adhesiones al proyecto de otros tantos ayuntamientos de Aragón y Francia. Tras la gran riada del Ésera, en 2013, que dejó aislado al valle, la reivindicación volvió a resurgir.