El otoño ha sido en Aragón cálido y seco y se ha caracterizado por un aumento de las temperaturas, con un promedio de 0,4 grados, y las bajas precipitaciones que se han quedado en un 66% con respecto al periodo de referencia 1981-2010.

El final del otoño y la entrada del invierno con la llegada del solsticio será el 22 de diciembre, "el día de la lotería", a las 5.48 en la hora oficial, ha puntualizado Rafael Requena, Delegado Territorial en Aragón de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET).

En un encuentro con los medios, Requena ha informado este jueves sobre el comportamiento climático del periodo otoñal, así como de la primera mitad de diciembre y del primer trimestre del año agrícola.

Con estos datos ha resaltado que se cierra en Aragón el segundo año más caluroso de los periodos que tienen datados, justo por detrás del 2014, mientras que a nivel mundial, aunque todavía no está cerrado, ha anticipado que "probablemente" será el más caluroso.

De ambos periodos, Requena ha resaltado que las precipitaciones han quedado "claramente por debajo de lo normal", mientras que para el nuevo año agrícola 2015-2016 es una prolongación de como finalizó el periodo anterior, aunque podría haber sido más marcado el descenso de las precipitaciones por el par de "episodios de precipitaciones que se produjeron en el mes de noviembre".

En la gráfica de precipitaciones anuales, se aprecia que Zaragoza y Teruel están por encima de la media pero, "de manera poco significativa", mientras que en Huesca ha sido negativa, por lo que la visión general es que "ha empeorado".

De esos dos episodios, ha resaltado el que se produjo entre el 25 y 26 de noviembre, que ha sido "el único frío, con heladas significativas y una nevada realmente importante que fue la que salvó el puente de la Constitución y la Inmaculada" para las estaciones invernales.

Requena ha comentado que esos días de noviembre hicieron pensar que "llegaba el invierno" pero la situación de bloqueo meteorológica que impide la entrada de frentes ha llevado a que en diciembre las temperaturas estén "claramente por encima de lo normal".

El único mes frío fue septiembre, con un promedio en la comunidad aragonesa de 0,9 grados inferior, mientras que octubre tuvo un comportamiento normal, con una subida media de 0,1 grados, y noviembre fue muy cálido en la mayor parte del territorio, un 1,9 grados por encima de las medias habituales en el periodo de referencia 1981-2010.

En cuanto a las precipitaciones, septiembre fue calificado como normal con un 75 % con respecto a las normales de referencia, aunque contrastado ya que en Fraga (Huesca) se quedó en solo un 12 % y en Bielsa (Huesca) llegó al 166.

En octubre, las precipitaciones "pegaron el bajón" para quedarse en un promedio del 48 %, sin que en ninguna zona se registrasen precipitaciones por encima de la media, con un rango que osciló entre el pobre 2 % de Fraga y el 83 % de Barbastro.

La recuperación de noviembre, catalogado como ligeramente húmedo con un 105 % de promedio, llegó como consecuencia de dos episodios puntuales de precipitaciones, que hicieron que en el Maestrazgo y Gúdar fuese muy húmedo, mientras que en el Pirineo occidental la tendencia fue a seco.

"La visión del otoño es que ha sido seco excepto por esos dos episodios", ha incidido Requena.

En cuanto a la predicción para el próximo trimestre, Requena ha señalado que hay "unanimidad" en que la temperatura va a estar "por encima de lo normal".

La probabilidad de que haya una temperatura superior a lo normal es de un 55 %, un 30 % que sea normal y en un 15 % que sea inferior a lo normal, mientras que en lo referente a precipitaciones se presenta "plano y sin anomalías".

Para los próximos días, hasta la Navidad, ha anticipado que en las horas centrales del día este fin de semana se puede llegar hasta los 20 grados, mientras que a mitad de la próxima semana se prevé la entrada de frentes hasta el centro de la península, que podrían traer "precipitaciones al final", aunque también ha dejado claro que una nevada como la del 25 de noviembre "no se prevé".