Las administraciones de lotería aragonesas se muestran optimistas con el ritmo de venta de décimos para el sorteo de Navidad. Tras años a la baja, “este año está repuntando”, asegura el presidente de la asociación de loteros de Zaragoza, Pedro Catalán. Y eso que el Gobierno sigue aplicando un impuesto del 20% a los premios superiores a 2.500 euros.

Una tasa que sigue indignando al sector desde su entrada en vigor en enero de 2013. “Entonces se aplicó como medida transitoria y solidaria por la situación económica del país, y por un periodo de dos años. Ahora esa situación ha cambiado pero el Gobierno sigue sin anularla”, critica Catalán.

Como él, los principales colectivos del sector, como Fenamix o Anapal, denuncian una medida que supone “un doble impuesto” y que no ha conseguido recaudar lo esperado. Hacienda confiaba obtener una recaudación cercana a los 800 millones de euros en solo un año, y tardó 25 meses en alcanzar esa cifra. Además, en el último año, las ventas de lotería en Aragón se han reducido un 8%.

Por ello, las asociaciones de loteros se han puesto en contacto con diferentes partidos políticos para que incluyan la supresión de este impuesto en sus programas electorales, de cara a la cita con las urnas del próximo día 20, para que el próximo Gobierno les tenga en cuenta. “Muchas peñas consiguen como mucho un 10% de beneficio a final de año, y desde que les quitan el 20% ya no les compensa”, señala Catalán. Incluso se llegaron a presentar más de 200.000 firmas ante el Ministerio de Hacienda como protesta.

Los loteros recuerdan que la titularidad y finalidad de Loterías y Apuestas del Estado es "netamente pública" y que por ello el Estado recauda el 30% de los décimos y apuestas que vende, es decir, que cuando se compra un décimo de 20 euros de lotería de Navidad, 14 se devuelven en premios y, de los 6 restantes, 5 van directamente al Tesoro y uno para gastos de producción.

En cualquier caso, los vendedores confían en que las ventas de Navidad supongan un balón de oxígeno para sus cuentas, y se muestran optimistas hasta la fecha. En este sentido, la semana que viene será clave para conocer el alcance real de esta recuperación, ya que es cuando las peñas y grupos devuelven las reservas de números que no han podido vender. El año pasado, cada aragonés se gastó de media 71 euros en el sorteo, una cifra que se espera superar en este 2015.