¿Cómo se puede saber si una persona está bien si no responde al teléfono? El nuevo programa de teleasistencia ideado por tres zaragozanos permite que a través de unos sensores, situados en diferentes puntos del hogar, se pueda saber si una persona -está dirigido especialmente a la gente mayor- está realizando sus prácticas diarias o tiene un comportamiento extraño. “Si alguien pasa mucho tiempo en el baño o, de repente, sufre una caída y no se levanta, el sensor detecta que hay algún problema y salta la alarma”, ejemplifica Fidel de la Hoya, uno de los creadores.

Junto a él, Elvira Morán y Eduardo Moreno llevan poco más de un año trabajando en este proyecto. “Trabajamos en el mundo de las nuevas tecnologías y se nos ocurrió la idea de realizar un producto que, además de que tuviera un mercado al que dirigirse, contara con un componente social”, detalla de la Hoya. Por ello, valoraron diferentes sectores que estuvieran en crecimiento: educación infantil, tercera edad y otros menos conocidos.

“Finalmente nos decidimos por el de la tercera edad, ya que vimos que cada vez hay más gente mayor y que el pago de las pensiones es menor”, subraya de la Hoya. De este modo, elaboraron este servicio de teleasistencia que “permite alargar el tiempo de vivir solo en casa antes de tener que entrar en una residencia”. “Por ejemplo, una persona que tiene algún olvido puntual o le fallan ligeramente otros aspectos puede continuar viviendo en su casa, sin necesidad de ir a una residencia”, sostiene.

Teniendo en cuenta el mercado en el que pensaban trabajar, idearon un servicio de asistencia más completo que el actual y a la vez menos activo. “Ahora, las personas mayores llevan el botón enganchado en el cuello, pero para que funcione es necesario apretarlo, si se caen y se desmayan, nadie recibirá la llamada”, especifica.

De este modo, con Sensovida, los sensores -ubicados en todas las habitaciones de la casa y algún que otro punto como el frigorífico o la puerta de entrada- recogen los movimientos habituales de la persona que vive en el hogar. “Además de poder comprobar si se cae o se desmaya, también puede detectar hábitos alimenticios, de sueño y saber si está tardando más de lo normal en volver a casa”, puntualiza.

Por estas razones, considera que puede utilizarse cuando se empiezan a tener fallos de memoria. “Los hijos pueden comprobar desde su móvil u ordenador si han hecho todas sus comidas, si han tomado la medicación o si puede que se hayan desorientado en la calle”, recalca. En el caso de que el sistema detecte algún problema, “la primera acción es ponerse en contacto con el usuario, si no contesta se llama a los hijos y, a veces, directamente a los servicios sanitarios”.

No obstante, de la Hoya subraya que la mayoría de los casos que han tenido hasta ahora, se han solucionado con la primera llamada. Poco antes del verano, comenzaron a comercializar el producto y desde entonces han logrado 30 clientes (el coste supone unos 40 euros al mes). “Ahora estamos trabajando en una nueva versión, que sea más fiable y cuya instalación sea más fácil”, destaca.

El próximo mes, comenzarán a comercializar este nuevo producto y ahora lo harán en todo el conjunto nacional -hasta ahora podía adquirirse solo en Zaragoza-. “Ahora tenemos que ir a instalarlo porque es un funcionamiento más complejo, pero el nuevo será tan fácil como poner un televisor”, subraya. De momento, su adquisición es meramente privada, pero no descartan poder entrar en las subvenciones del ayuntamiento en los próximos años. “Sería perfecto porque, de este modo, las personas mayores estarían mucho más controladas”, afirma.