Gasol se echa a España sobre sus espaldas

El pívot de los Bulls, autor de seis triples, comanda el triunfo sobre Polonia. El martes aguarda Grecia.

Pau Gasol se interpone en el camino del polaco Slaughter.
Pau Gasol se interpone en el camino del polaco Slaughter.
EMMANUEL DUNAND/REUTERS

España puede jugar bien, lo que sólo ha hecho hasta ahora contra Turquía; mal, como ocurrió ante Serbia e Italia; o regular, tal y como ocurrió frente a Alemania en un desenlace agónico y también en su primer cruce del Eurobasket contra Polonia, pero con Pau Gasol, aunque no siempre sea suficiente, todo es posible. Aunque la selección sigue con muchas dudas y el martes se encontrará con el tremendo obstáculo de Grecia, con el pívot catalán se puede seguir aspirando al menos a sacar un obligado pasaporte para el preolímpico. Pau Gasol volvió a liderar a España con una exhibición magistral, coronada con 30 puntos, siete rebotes, cuatro asistencias y sólo tres canastas falladas de 14 lanzamientos de campo, y guió a la selección a cuartos.


Menos mal que tenía molestias en la rodilla derecha, porque el pívot de los Bulls destrozó a Polonia, por dentro, como se esperaba, pero también por fuera, con seis triples de siete intentos, dando otro golpe en la mesa, como en él es habitual, y echándose a la selección a su espalda después de que España volviese a sufrir durante media hora contra un rival muy inferior. Lastraron a España su precipitación y sus pérdidas, nada menos que 16, y dos de ellas del mayor de los Gasol, que tras flojear en el tiro en el tercer cuarto y permitir España que Polonia hiciese mucho daño por dentro, resucitó en el parcial definitivo para meter a España en la segunda eliminatoria a vida o muerte y citarse con Grecia el martes, en otro duelo clave. En esta ocasión, en cuartos en busca del preolímpico -hasta el sexto puesto-, porque el billete directo para los Juegos de Río sólo lo obtendrán los dos finalistas y ese reto aparece de momento muy lejano para España.


La selección de Scariolo no augura con un juego tan irregular y tanta merma de talento y confianza llegar al partido de lucha por el título, pero ha vuelto a demostrar que se crece cuando se ve con la soga al cuello en las citas decisivas. En este Europeo ya lleva dos consecutivas, ante los alemanes y los polacos y, después de demostrar cansancio físico y mental a lo largo de todo el Europeo, le vendrá muy bien el descanso hasta el martes. Frente a Polonia no pudo jugar Rudy Fernández, lesionado en la espalda, pero sin el tiro exterior del escolta balear y con el resto de más a menos y, otra vez agarrotados desde lejos, fue Pau Gasol, autor de más de la mitad de los triples anotados por España –fueron 11 de 26 intentos de todo el equipo–, quien tomó las riendas, alejándose de la pintura para machacar el aro contrario y sentenciar a Polonia en un parcial definitivo en el que la selección de Sergio Scariolo por fin se puso seria en defensa y también se elevó en ataque, encabezada por la muñeca y la determinación de su estrella.


Había sido reservado Gasol al principio del último cuarto, cuando España tanto había padecido frente al físico y el descaro de la selección polaca, y también por sus propios nervios y su falta de ideas ofensivas (55-55 al final del tercer cuarto), pero reapareció el imperial Pau y la selección salió lanzada a por la victoria y los cuartos. Entre el final del tercer y el principio del último período España le endosó a Polonia un parcial de 17-2. Un 14-2 en sólo cinco minutos del último cuarto, cuando la selección de Scariolo, además de orgullo, empezó a sacar a relucir sus mejores armas. La de una defensa que dejó en nada a un enemigo cuya estrella, Gortat, quedó retratada ante el inmenso Gasol; y la de un ataque fluido y letal con una mano genial del crack de Sant Boi. Igual que España fue de más a menos hasta su necesaria reacción para volver a recuperar la autoestima e intentar meter miedo a lo que se ponga por delante, también fue en esa progresión en unos últimos 12 minutos brutales. Con un parcial de 25-4 (de 52-55 a 77-59).


En ese momento, a tres minutos del final, y con España agresiva por fin, lo que se había echado en falta durante tres cuartas partes del partido, Pau acertaba su segundo triple consecutivo, levantaba los brazos al cielo sintiéndose poderoso e imparable y se ganaba un merecidísimo descanso. Él sólo había enterrado al equipo polaco.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión