"Un comercio y una fiscalidad justos importan más que las ayudas"

Ricardo Álvarez.Pte. de la Federación Aragonesa de Solidaridad.

El presidente de la FAS, Ricardo Álvarez.
El presidente de la FAS, Ricardo Álvarez.
ASIER ALCORTA

Parte de su trabajo se conoce, pero ¿puede concretarlo?

Desde la Federación Aragonesa de Solidaridad tratamos de que se refuercen las ayudas en cooperación para el desarrollo y trabajamos acciones como el diálogo crítico con las administraciones, la educación para el desarrollo, la promoción de la participación ciudadana en este ámbito, el código de conducta de las ONG, las finanzas éticas o el comercio justo.


Lo articulan con actividades.

Eventos de sensibilización, cursos de formación para el personal que se vaya a dedicar a la cooperación, conferencias y otras actividades para concienciar a la gente sobre este tema. También participamos en la Cátedra de Cooperación al Desarrollo de la Universidad de Zaragoza.


Diga una buena razón para entender la clave de su labor.

La gente en muchos lugares sigue muriéndose de hambre o de enfermedades que podrían evitarse, no tienen educación, sanidad ni otros servicios básicos. Hay que estar presentes ahí. Se trata de un reconocimiento de los derechos de todas las personas concebidas como una ciudadanía global en la que todos tenemos que ser responsables de todos.


¿A qué programas se dedican estas contribuciones?

Se dividen en tres grandes tipos: infraestructuras (agua, saneamientos o vivienda), sanidad (medicinas y hospitales) y educación (colegios y material escolar). En los últimos años, también se han implementado planes para la creación de tejido social en estas zonas, organizando cursos de formación en los que los habitantes de esos países indican a los cooperantes cuáles son sus principales necesidades.


¿Han conseguido algún compromiso político en esta materia?

En marzo organizamos un encuentro con los representantes de los principales partidos políticos de Aragón y todos se comprometieron a firmar un pacto contra la pobreza.


¿Y...?

Aún no se ha rubricado. Daremos más tiempo al nuevo Gobierno de Aragón, ya que acaban de llegar al poder, pero no olvidaremos ese compromiso.


¿Cuánto aporta el Gobierno de Aragón a esta partida?

En 2014 fue el 0,05 por ciento de su presupuesto, unos 2,5 millones de euros. Antes de crisis eran más de 10 millones.


¿Y el de España?

El 0,16 por ciento. En la legislatura anterior existía el compromiso de llegar al 0,7 por ciento, pero desde entonces no ha hecho más que descender.


Hable del resto de las instituciones.

Algunos municipios, diputaciones y otras entidades hacen aportaciones, pero la reforma local que el Gobierno central aprobó hace dos años las ha limitado mucho e incluso se han eliminado en algunos casos.


¿Cómo se comportan en este ámbito otros países europeos?

A pesar de la crisis, algunos, como Italia o Portugal, han mantenido las ayudas; e incluso hay otros, como Irlanda, que las han aumentado. Lo que demuestra que el argumento de que porque haya recesión hay que recortarlas es un razonamiento falaz, pues el porcentaje del gasto que se destina a este capítulo es bajísimo.


Se antojan necesarias otras medidas complementarias.

Desde luego. Lo que hay que conseguir es un reparto equitativo de las cargas y de los beneficios de la producción global. Así pues, sería necesario replantearse buena parte de los proteccionismos por parte de los países del norte, así como las dudosas reglas de comercio internacional. Establecer unas reglas de comercio equitativo y de fiscalidad ajustadas es más importante que las ayudas en sí.


Y llegamos al comercio justo.

Es una de las mejores colaboraciones que se pueden hacer con los países desfavorecidos, pues con esta práctica sus productos son comercializados con un precio justo y sin perjuicio para los productores. Es algo con lo que se trata de lograr que el mercado tenga otro cariz.

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