La Generalitat no desautoriza a Gordó ni rectifica su oferta de nacionalidad a los aragoneses

Lambán no se conforma con las explicaciones y exige disculpas a Mas y a su ‘conseller’ "por herir sentimientos".

Ni rectificación ni disculpas. Aunque el Gobierno catalán intentó rebajar ayer la gran polémica generada por el consejero de Justicia, Germà Gordó (CDC), que el sábado se mostró partidario de ofrecer una hipotética "nacionalidad catalana" a los ciudadanos del Aragón oriental, la Comunidad Valenciana, Baleares y el sur de Francia, los argumentos de la Generalitat no convencieron en absoluto a la DGA. El Ejecutivo de Javier Lambán, respaldado por los partidos políticos, insistió en que su homólogo debe rectificar y disculparse para reparar la "ofensa" a los aragoneses.


La vicepresidenta y portavoz del ‘Govern’, Neus Munté, defendió que "no se ha querido buscar una polémica", que tildó de "artificial", donde no la hay, al tiempo que remarcó que "valencianos, baleares y aragoneses serán lo que quieran ser. ¡Solo faltaría!". En declaraciones recogidas por Europa Press durante la rueda de prensa posterior al Consejo Ejecutivo, Munté consideró obvio que la Generalitat "respeta enormemente el ámbito de decisión de cualquier territorio".


Y trató de rebajar la tensión suscitada en las autonomías a las que aludió Gordó esgrimiendo que no hizo "ninguna referencia a los Países Catalanes, sino que se refirió a los vínculos culturales y lingüísticos que Cataluña comparte con otros territorios", que pretenden "seguir fortaleciendo", agregó la portavoz. No obstante, el consejero de Justicia sí afirmó que una Cataluña independiente no debería "olvidarse de la nación completa".


Pero estas justificaciones son claramente insuficientes para Lambán, que el lunes envió una carta a su homólogo, Artur Mas, en la que le reclamaba que rectificara las "injuriosas" declaraciones de Germà Gordó. Tras conocer la postura expresada por la portavoz del Ejecutivo catalán, fuentes próximas al presidente aragonés advirtieron de que "no se conforma" con lo dicho por Munté y mantuvieron la exigencia de "una rectificación pública del consejero y del presidente catalán". Asimismo, exigieron "disculpas" porque "han herido los sentimientos de mucha gente".


También el portavoz de la DGA había incidido horas antes en "la gran ofensa que hemos sentido todos los aragoneses", especialmente, dijo, los vecinos de las comarcas de la zona oriental y aquellos que emigraron a Cataluña. Llegó a calificar las palabras de Gordó de "extemporáneas" y de "elucubración después de un calentón de una noche de verano". Y añadió que "no se sostienen en términos históricos", al tiempo que alertó de que "pueden vulnerar la Constitución". Por todo ello, reiteró que "Mas tiene que obligar al ‘conseller’ a que rectifique y a que repare la ofensa".

Más críticas de los partidos

Mientras, las formaciones políticas aragonesas mantuvieron su rechazo a las afirmaciones del consejero catalán, al que de momento no ha desautorizado Artur Mas ni la portavoz de su gabinete.


La portavoz adjunta del PP en las Cortes, Marián Orós, de hecho, aludió a unas declaraciones de la propia vicepresidenta de la Generalitat hechas el lunes en las que aseguraba que lo dicho por Gordó era de "sentido común" puesto que los ciudadanos del Aragón oriental "comparten la misma lengua y cultura" catalanas con los de Cataluña, Comunidad Valenciana y Baleares. "Que este hombre les pregunte por si lo que hablan (en estos pueblos) es catalán y su cultura también", afirmó en rueda de prensa.


Orós calificó "de mínimos" la carta enviada por el presidente aragonés, Javier Lambán. La portavoz del PP se preguntó qué hará el Ejecutivo aragonés si la Generalitat no desautoriza a Gordó y, tras recordar que las relaciones entre ambas comunidades deben basarse en el "máximo respeto" mutuo, afirmó que "si no se rectifica, poco hay que hablar".


Javier Sada, portavoz del grupo parlamentario del PSOE, señaló que la actitud de la Generalitat es de "mantenerla y no enmendarla", en referencia a la ausencia de reprobación a Gordó. "Su propia prepotencia provoca que ni se rectifiquen errores históricos ni se pidan disculpas; nunca aceptaremos declaraciones de este tipo", dijo.


Desde Podemos, en este caso, quisieron desmarcarse de la polémica: "No vamos a enzarzarnos en este debate. Hay partidos que están cómodos fomentando el enfrentamiento entre territorios; nosotros, en cambio, apostamos por la fraternidad de la gente común", afirmó su secretario general en Aragón, Pablo Echenique.


El PAR, por su parte, instó a Gordó a que se dedique a "arreglar lo suyo" y que "devuelva los bienes de Aragón depositados y retenidos en Cataluña".


Susana Gaspar, de Ciudadanos, exigió más contundencia a la DGA en su respuesta, mientras que Gregorio Briz, de CHA, volvió a tachar la postura catalana de "intromisión gratuita". "Usar el pancatalanismo es una agresión a Aragón", añadió.


Patricia Luquin, de IU, afirmó que esta "salida de tono" del consejero está en el marco de las elecciones catalanas y que este debate, que "no existe en Aragón", les permite "evitar otros asuntos más importantes".

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