Fayón recibe el legado pictórico de María Pilar Burges y creará un museo en 2017
El hermano de la artista dona casi 200 obras a la localidad, después de que la DPZ rechazara la herencia en 2009. El Ayuntamiento abre una exposición temporal con una selección de retratos.
Juan Antonio Burges, hermano y heredero de la artista, ha alcanzado ahora un acuerdo con el Ayuntamiento de Fayón para materializar el deseo expresado por María Pilar de que el trabajo de toda su vida estuviese reunido en un único lugar "donde pudiese ser contemplado y estudiado". "Se trata de unificar allí su personalidad artística y cultural", dijo. Esta pintora fue muy prolífica y, aunque mucha de su pintura mural está desaparecida, dejó una gran colección de óleos, documentos, correspondencia y obra gráfica.
De esta manera, el alcalde, Roberto Cabistany, continuará el proyecto iniciado por su antecesor en el cargo, José Arbonés, para habilitar, en un margen de tiempo de dos años, un espacio expositivo permanente dedicado a la vida y obra de María Pilar Burges. En principio, se instalará en una nave que está rehabilitando el Ayuntamiento para crear un gran complejo museístico, donde ya funciona el Museo de la Batalla del Ebro, y al que pronto le seguirá también otro centrado en la navegación.
Debido a la gran cantidad de piezas donadas, la idea es ir cambiando cada cierto tiempo el contenido que se muestre de la colección de la pintora zaragozana, abordando así las diferentes etapas pictóricas por las que pasó. Como complemento, se impartirá un taller sobre la técnica del fresco, una de las que dominó esta autora.
Mientras se hace realidad este futuro museo, el Ayuntamiento ha decidido organizar, coincidiendo con las fiestas, una exposición temporal, titulada Regreso a Fayón, en una sala junto a la plaza Mayor con una selección de retratos. La muestra, inaugurada el sábado, tiene como objetivo "hacer difusión de nuestro proyecto y que se pueda conocer la faceta artística de Burges", añadió el responsable municipal.
Además, el Consistorio tiene intención de nombrar a esta pintora hija adoptiva en los próximos meses, convirtiéndose, así, en la primera persona en ostentar este título honorífico en Fayón. Tal y como recordó Cabistany, la localidad quedó sumergida en 1967 bajo las aguas del actual embalse de Ribarroja, lo que obligó a sus habitantes a abandonar sus casas y refundar el pueblo en un emplazamiento cercano al original. "Por este motivo, el poco patrimonio cultural con el que contamos hoy en día tiene un gran valor para todos los vecinos, como es el caso de los frescos que pintó Burges en la ermita de la Virgen del Pilar".
Debido a la buena acogida que le dieron los vecinos, en 2006, el Ayuntamiento volvió a contactar con ella para que dejase su huella artística en el resto de las paredes, objetivo que cumplió a la edad de 78 años y con la ayuda de los pintores Juan y Héctor Baldellou. Esta pintura mural al fresco "es una obra visitable en un entorno paisajístico maravilloso y dentro de una ermita", explicó el hermano de la autora.
Con este acuerdo se pone punto y final a una larga odisea testamentaria. Hace seis años, la Diputación Provincial de Zaragoza no aceptó las condiciones del documento, que contemplaba la creación de un espacio para la exhibición y el estudio de las obras. Tras rechazar la herencia, la familia de la pintora ha custodiado estos años el legado material. Juan Antonio Burges trasladó ayer su satisfacción por el compromiso asumido por el Ayuntamiento de Fayón para establecer ese museo permanente.