Miguel Ángel Lamata : "La pasión puede ser más explosiva que la bomba de neutrones"
El director zaragozano hizo Una de zombis, otra de Alto voltaje y filmó además una Tensión sexual no resuelta. Ahora, rueda en Aragón Nuestros amantes.
-Me encanta rodar en mi tierra por motivos emocionales. Además, en las tres provincias. Todos estamos un poco hartos de que todo transcurra en Madrid o Barcelona. Hemos estado cerquita del Pirineo, en Boltaña. Ahora tenemos que ir a Teruel: a la plaza del Torico, al Mausoleo de los Amantes.
-En Zaragoza montó un lío guapo con la peli...
-Estuvimos en La Bendita, en la calle de Alfonso, en el Museo Pablo Serrano, en el Ric 27.
-Ahora mismo nos encontramos en Las Armas.
-Es sugerente el lugar, la Zaragoza de siempre. Me recuerda a mis tiempos de la prestación social. La hice aquí, cuidando abuelitas.
-Eduardo Noriega, Amaia Salamanca, Michelle Jenner, Gabino Diego...¿Cómo ha logrado reunir semejante elenco?
-Hice el guión con total libertad. Noriega se embarcó. Luego, Gabino. La clave es que los actores entienden perfectamente a los personajes que interpretan.
-Malo cuando uno no se entiende consigo mismo...
-Para un director no hay nada más halagador que su reparto. Y el reparto es excepcional.
-Hablemos de pasta. ¿Cuánto cuesta la peli?
-Alrededor de un millón y medio de euros.
-¿Y cuánto vale...?
-No es sencillo calibrar las pasiones. La película habla de emociones, de sentimientos, de pasiones que explotan. Y la pasión puede ser más explosiva que la bomba de neutrones. Puede tener una aceptación global: los seres humanos no nos diferenciamos tanto los unos de los otros.
-Si la secuencia genómica humana es semejante a la del mosquito, imagínese las semejanzas entre nosotros mismos...
-He buscado que la película vaya a lo más profundo de ser humano. Es un desafío total.
-¿Cómo le puede apasionar el cine si no estudió cine?
-Todo cambió para mí en la Nochebuena del 75. Mi padre me llevó a ver Tiburón. Acabé la película acongojado. Mis padres, Ángel y Úrsula, son muy importantes en la película de mi vida. Es cierto que no estudié cine. Había pasado por Maristas y por el Pedro de Luna. Después de COU, me dediqué a fracasar en la universidad: que si Derecho, que si Filología Inglesa... Me gustaba más la radio, la prensa... También hice teatro con Zíngaras.
-Y del teatro, a la tele.
-Ya había empezado con los cortos. Estaba en Aragón TV. Salió una oferta para un programa de Bertín Osborne y me fui a Madrid. Aprendí que haciendo televisión se aprende a hacer cine.
-Después llegaron Pepe Navarro, Santiago Segura...
-El premio no está tanto en el reconocimiento, caso de que lo obtengas, sino en el camino. Es mala idea pelearte con tu itinerario vital. El premio está en el viaje.
-Esa frasecita última queda fenomenal: se la habrán repetido mucho sus padres...
-Mis padres están contentos. Y yo estoy contento de que estén contentos. Son de una generación muy precavida. Afortunadamente, ya no me ven como un bicho raro. Debe ser porque ya no les pido propina...
-La siguiente no es una impresión chauvinista; es una afirmación de David Trueba: Zaragoza se ha erigido en un foco cultural de España.
-Trueba sabe de qué habla. Se refiere a un foco cinematográfico, literario... Hay intelectuales que han empujado y empujan para que así sea. En primer lugar, por supuesto, Luis Alegre.
-Luis Alegre, ese alquimista de la amistad...
-Luis es indefinible. Si fuera definible, perdería encanto.
-Acabaremos con música. Bunbury también se suma al dream team de Nuestros Amantes.
-Que un artista de esa dimensión se sume me emociona mucho. Y aragonés, como los actores María José Moreno, Jorge Usón o Salomé Jiménez. Como casi todo el equipo. También se puede luchar por Aragón desde el séptimo arte.