¿Qué es lo más raro que se olvida en el aeropuerto?

Descubrir un móvil, una cartera o incluso una maleta olvidada es parte del día a día de los trabajadores de los aeropuertos. Sin embargo, en algunas ocasiones se han encontrado otros artilugios o seres vivos de muy diversa índole. Flightright.es, portal para la gestión de los derechos de los pasajeros por vuelos retrasados, cancelados o con overbooking, ha elaborado una lista de los objetos más extraños que se han olvidado.  Una armadura. Un viajero, aficionado de la Edad Media, dejó olvidada una réplica de una armadura, que ahora forma parte del Centro de Equipaje sin Reclamar en Alabama, EE. UU.  Una niña de 4 años. Una niña de 4 años de Afula se quedó sola en el Aeropuerto Internacional de Ben-Gurion en Israel en el año 2008, mientras sus padres y sus cinco hermanos volaban para instalarse en París sin ella. La niña, que en un primer momento estuvo bastante angustiada, fue capaz de informar a un policía de su complicada situación, consiguiendo embarcar en el siguiente vuelo.  Cientos de reptiles. En enero de 2014, 1.600 lagartos y anfibios de contrabando, que viajaban en contenedores de carga, aparecieron en el aeropuerto Oliver Tambo en Sudáfrica cuando perdieron una conexión.  Fragmentos de un cráneo humano. Dos viajeros en Fort Lauderdale, Florida, se llevaron una gran sorpresa en 2013 cuando unas ollas de barro que habían recogido su viaje contenían fragmentos de un cráneo humano. Los improvisados espeleólogos afirmaron que desconocían que sus 'souvenirs' venían con un "sorpresa". El personal de seguridad del aeropuerto no consideró las piezas una amenaza y tampoco se utilizaron como prueba en la escena del crimen. Una pierna ortopédica. ¿Te imaginas estar sentado para coger tu vuelo y encontrarte una pierna ortopédica? Esto fue lo que pasó en el aeropuerto de Sydney y además, era de madera.  Una barbie-hucha. Una niña disfrutaba alegre de su nueva adquisición, una muñeca de segunda mano que se había encontrado en el aeropuerto. No obstante, mayor fue la alegría de sus padres cuando, tras quitarle la cabeza, se dan cuenta de que dentro hay 600 euros. Piedras preciosas. En los últimos años, se han encontrado una esmeralda natural de 40,95 quilates y un diamante de 5,8 quilates olvidados entre los calcetines.