Cuatro centrales y Basha para cerrar la defensa

Popovic prepara una zaga con Vallejo y Cabrera de laterales y el retorno de la pareja Rubén y Mario al eje de la muralla.

Rubén, con el peto rojo de titular, pugna con Lolo ante la mirada lejana de Dorca.
Cuatro centrales y Basha para cerrar la defensa
Aránzazu Navarro

Varias cuestiones convergen el domingo en Sevilla para que el Real Zaragoza vuelva a mutar, por enésima vez en lo que va de temporada, su fachada táctica en el estadio Benito Villamarín. Una, la presencia enfrente del líder de la competición, el lanzado Betis de Pepe Mel, que ya empieza a oler de cerca el ascenso a Primera División por la vía directa. Otra, la necesidad imperiosa de Ranko Popovic de apuntalar como sea los incontrolables agujeros negros en su sistema defensivo que, en los dos últimos meses, están dañando los marcadores y la puntuación del Zaragoza sin remedio.


De la mano de esta segunda premisa, surge la oportunidad de devolver al once inicial al veterano central Rubén, que cayó lesionado de importancia en los aductores precisamente en el partido ante los béticos de la primera vuelta –hace cinco meses– y que ya está apto para formar como titular. Y, como se da la coincidencia de que el rendimiento en labores de contención de los laterales, Fernández y Rico, no es el adecuado últimamente, el técnico serbio estudia con bases serias ubicar en las bandas a Vallejo y Cabrera, dos centrales cuya polivalencia en esa faceta ha quedado contrastada cuando se les ha requerido para ello.


Ayer, en el primer partidillo de ensayo de la semana –jugado con enorme ritmo, intensidad y exigencia– se observó que Popovic está a punto de innovar la defensa juntando por primera vez a cuatro centrales, a los cuatro hombres que mayor vocación y aplicación defensiva han demostrado en esta irregular campaña. Es decir, Vallejo, Rubén,Mario y Cabrera. Un póquer destinado a taponar las percusiones de Rubén Castro, Jorge Molina y Ceballos, tres de los estiletes más afilados de la Segunda de este año que, en pleno estado de gracia, se alinean amenazadoramente en la vanguardia bética.


No fue algo explícito, dado que se trató de un ocho contra ocho, como tantas otras veces durante el curso, por falta de efectivos en la plantilla y porque ayer martes aún no se solicitó la ayuda de los chicos del filial para completar un simulacro de fuego real. Pero sí que hubo señales e intenciones. Con el peto rojo de titulares, Popovic junto a tres defensas (Vallejo por la derecha, Cabrera por la izquierda y Rubén en el centro), a dos pivotes (Basha y Dorca?) y al trío atacante titular: Jaime, Pedro y Borja Bastón. Con los zagueros suplentes –de amarillo– estaba Mario, cuyo retorno al equipo tras cumplir su expulsión ante el Sporting es seguro, flanqueado por los cuestionados Fernández y Rico. Todo un indicio de lo que está madurando en la cabeza del entrenador.


El reforzamiento del mecanismo defensivo no se quedará solo ahí. En la línea de pivotes, volverá un especialista en la destrucción, Basha, cumplida su sanción por tarjetas. Junto a él, Dorca e Insa (que ayer se fue antes a la ducha por precaución) conformarán un medio campo con vocación bravía. Popovic, en las circunstancias que concurren, está tejiendo un bloque rocoso en busca del necesario giro de los resultados.