El parque empresarial de la Expo roza el 60% de ocupación y cuenta ya con 2.800 trabajadores

Más de 117.000 m2 están ocupados gracias a la concentración de organismos públicos.
Hasta trece empresas privadas han optado por comprar o arrendar oficinas pese a la crisis.

Cuatro años después de la reconversión de los pabellones de la Expo en un macrocomplejo judicial y de oficinas, la ocupación roza ya el 60% de su superficie y atrae cada día hasta el meandro de Ranillas a cerca de 2.800 trabajadores. Pese a la crisis y la dura competencia existente en Zaragoza por la sobreoferta, el goteo de empresas privadas que apuestan por ubicarse e incluso ampliar sus instalaciones en el parque empresarial sigue imparable y ya son trece las que ocupan cuatro de los ocho edificios en los que se transformaron los pabellones internacionales.


De los 165.000 metros cuadrados que suman las edificaciones, 94.655 están vendidos o alquilados a un total de 32 organismos y empresas públicas y privadas. La mayor parte se debe a la decisión del gobierno de Marcelino Iglesias de concentrar todos los juzgados en Ranillas, creando la Ciudad de la Justicia, a la que se unió el ejecutivo de Luisa Fernanda Rudi de trasladar las empresas públicas. De esta forma, se ha logrado dar vida al parque empresarial, cuadrar casi las cuentas de la sociedad pública Zaragoza Expo Empresarial gracias a las rentas que percibe y, además, ahorrar cientos de miles de euros al año en alquileres que las arcas públicas pagaban a terceros hasta mediados de 2013, cuando culminó el traslado.


El hecho de tener garantizado esta ocupación pública permitió al equipo de Expo Empresarial centrar sus esfuerzos en atraer firmas privadas sin tanta presión, aunque el ‘handicap’ de los precios ha complicado esta labor. Al tratarse de una entidad pública, la política comercial no puede ser tan agresiva como la de los operadores privados, que pueden rebajar más las tarifas para captar clientes. Así ha pasado con varias compañías importantes, que negociaron en paralelo con varios propietarios de edificios de oficinas de la capital aragonesa. 


El último fichaje de Expo Empresarial se ha hecho público esta semana, la empresa tecnológica Hiberus, que en un mes acabará las obras de acondicionamiento de sus oficinas, que ocupará en régimen de alquiler. Allí trabajarán 40 empleados dedicados, en una primera fase, al desarrollo del proyecto AMS (Asistencia Mantenimiento y Servicio de Aplicaciones Corporativas), que da soporte a 8.000 funcionarios del Gobierno de Aragón.


Otras firmas, como la multinacional auditora KPMG, han ampliado incluso sus instalaciones una vez instalados en Ranillas.


La lista se completa con Nologin, Redexis, Grupo Jorge, Sage, Raga, Aquara, Bureau Veritas, Banco Popular y los negocios de restauración Kuara’s, La Bocatelia y La Molona. La única que no ha desembarcado por el momento es la entidad financiera, al igual que la Federación de Servicios Públicos de UGT-Aragón.

El mayor porcentaje de ocupación lo garantiza la Administración autonómica, principalmente con a la Ciudad de la Justicia, que suma más de 50.000 metros repartidos entre el macroedificio que acogió durante la Expo a las comunidades autónomas y el situado justo enfrente. En el parque empresarial también ocupa miles de metros cuadrados gracias al traslado de la Consejería de Educación, la Dirección General de Urbanismo, el Inaga, la Unidad de la Policía Adscrita, la Corporación Empresarial Pública de Aragón y seis empresas públicas. Además, en la antigua sede de la Expo se ubicaron el Inaem, el Instituto Aragonés del Agua y las federaciones deportivas.


El Gobierno central también apostó en su día por la Expo cuando era el accionista mayoritario (ahora es la DGAtras el acuerdo por las mermas tributarias), que llevó a adquirir sendos edificios para RTVE y la Jefatura de Tráfico y una planta adicional para la Tesorería de la Seguridad Social.


A estas alturas, cinco de los ocho edificios transformados en los dos años posteriores a la muestra internacional como parque empresarial están vendidos y alquilados total o parcialmente, mientras otros tres siguen vacíos. La decisión de Expo Empresarial fue concentrar las ventas y arrendamientos para reducir los costes, ya que de esta manera se posterga la facturas de los acabados e instalaciones de los edificios pendientes de comercializar. Lo mismo se hizo con los cuatro pabellones situados frente al Ebro, que ni siquiera se han transformado como el resto.


acumulada por Expo Empresarial al cierre de este ejercicio rondará los 104 millones de euros, aunque el crédito a largo plazo suscrito con seis entidades financieras permite disponer de hasta 132,25.

Equilibrio económico

El endeudamiento, pese a ser elevado, no se ha convertido en una losa para las arcas como en el caso de Plaza pese a ser una cantidad similar, ya que en el caso de Expo Empresarial sí entra dinero. Los ingresos, especialmente por el arrendamiento de la Ciudad de la Justicia, rondarán este año los 13 millones, casi dos más que en el 2014, por lo que se logrará cerrar el año con un resultado de explotación positivo de 5,3 millones. Nada que ver con los trece millones de pérdidas con los que cerró 2013, aunque los gastos financieros siguen lastrando las cuentas.