Esotéricas y pseudoterapéuticas: las principales corrientes de las 43 sectas asentadas en Aragón

Más de 250 grupos operan en toda España. Buscan enriquecerse a través del control de las víctimas

El líder de la secta de 'Los Miguelianos' fue detenido en diciembre
El líder de la secta de 'Los Miguelianos' fue detenido en diciembre
Salvador Sas

"Estuve 17 ó 18 años allí dentro, yendo a terapia. Nunca me daban el alta, cosa que a mí me extrañaba, pero ella -la supuesta terapeuta- me decía que me avisaría cuando estuviese bien. Entonces yo seguía y si alguna vez intentaba insinuar que yo ya estaba bien ella me decía que no, que no estaba preparada y que tenía que continuar. Y así estuve muchos años". Así arranca el relato de Neus Cañelles, una de los miles de españoles que en un momento de debilidad han caído en manos de una organización sectaria.


"Llegó un momento en que me dije que no es normal que una persona que se considera evolucionada, que quiere el bien para todos, nos presionara tanto y de esta manera. Eso es lo que me hizo explotar". Neus encontró finalmente ayuda profesional y logró salirse de la secta que la había captado. Pero cada año 43 organizaciones implantadas en Aragón tratan de nutrir sus cuentas corrientes engañando a vecinos de la Comunidad en una situación personal delicada, según el último informe de la Asociación Iberoamericana para la Investigación del Abuso Psicológico (AIIAP), una organización profesional especializada en relaciones sectarias, sectas destructivas y otras dinámicas de abuso psicológico.


"Las sectas son grupos complejos, siempre con una estructura jerárquica y piramidal, con la presencia de un gurú carismático que exige una devoción y una dedicación de tipo explotadora y que finalmente puede acabar desembocando en diferentes niveles de daño emocional y económico sobre las personas", explica Miguel Perlado, psicólogo y terapeuta experto en sectas y presidente de la AIIAP. La asociación, que a principios de marzo organizó el primer encuentro sobre sectas de carácter nacional, estima que alrededor de 600.000 españoles están en estos momentos bajo el control de los 250 grupos establecidos en todo el territorio nacional.


Los más de 40 con sede Aragón se dividen fundamentalmente en dos corrientes. "Las predominantes son las de tipo esotérico -que tratan de inculcar unas enseñanzas a una supuesta élite intelectual- y las pseudoterapéuticas, que actúan bajo el pretexto de supuestas actividades sanadoras", apunta Perlado. En general son organizaciones "camaleónicas, que se adaptan al contexto social y a la época".


La motivación de las sectas en el siglo XXI es "lograr control y poder, para más adelante conseguir dinero", apunta el experto. "Los jefes o líderes están convencidos del mensaje que lanzan y eso logran proyectarlo. Buscan supuestas 'ayudas' económicas para sostener la organización y las víctimas colaboran con pleno convencimiento, porque se creen parte de una elite que va a ayudar a la humanidad", añade. En la organización se han detectado aportaciones de particulares de hasta 50.000 euros.


Las personas que sufren el engaño lo hacen en un momento de crisis personal. "Muchos atraviesan rupturas sentimentales, están en paro... en general son personas que en ese momento son frágiles", indica Perlado, quien confirma que la crisis ha influido de manera profunda en la actividad de las sectas: "Desde luego que afecta, la vulnerabilidad social afecta en lo personal y más en un momento de crisis como éste".


Sin embargo, subraya Perlado, la coyuntura económica también ha azotado la estructura de muchas de estas organizaciones al filo de la ley: "Hemos visto cierres de sedes cuyo alquiler no se podía costear, reubicaciones de sectas que se han movido a otras ciudades... también ha habido más rechazos a gente que, al ver que no tenía dinero, se le ha dicho que no estaba preparada para ingresar".


Captación a través de internet

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Otro de los rasgos que han modificado las sectas es la forma de captar 'clientes'. "En los últimos quince años hemos visto que los sistemas de atracción han cambiado. Ahora, y debido a que estamos en cierto modo inmunizados, ya no te asaltan en mitad de la calle, sino que recurren al boca oreja y a internet. Se han sofisticado y cada vez seducen a más gente a través de las nuevas tecnologías".


Lo que no ha variado es la actitud de las personas 'abducidas' por las ideas que promueven las organizaciones sectarias. "Muestran cambios en sus conductas, se cierran más en sí mismos, pierden interés por las cosas que solían hacer y cuando se les pide información sobre la organización se irritan y se ponen a la defensiva. Pueden hasta cambiar su forma de vestir", asegura Miguel Perlado.


El Cuerpo Nacional de Policía sigue de cerca estas organizaciones, que muchas veces "son expertas en vivir al borde de la ley, ya que logran que el dinero que los adeptos les transfieren sea totalmente voluntario", comentan fuentes policiales.


Contribuciones económicas 'voluntarias'


La AIIAP trata de ayudar a las personas a 'volver al mundo real', a desengancharse de los grupos que tratan de minar su voluntad. Juan Lledó es uno de los exmiembros de una secta cuyo adoctrinamiento aún le persigue: "Poco a poco te inculcan la idea de que hay unos seres que pueden ser escogidos, personas con inquietudes que pueden aspirar a más, pero que el resto de la humanidad está perdida. Te hacen aspirar a ser alguien que nunca puedes ser, por tanto la angustia y los sentimientos de culpa que tú puedes tener frente a un listón tan elevado es algo que incluso hoy en día me acompaña".


Por su parte, Enric Torras, otro afectado que ha recurrido a la asociación, explica la manera en que la secta que le sedujo lograba incrementar sus ahorros: "En esta organización el dinero es muy importante, funciona todo por las contribuciones 'voluntarias' y a través de la venta de revistas y libros que se publicaban quincenalmente. Cuantas más vendías, mejor creyente eras".