Sin refugio ante el ciclón
El CAI Zaragoza fue incapaz de plantear resistencia alguna a un Herbalife Gran Canaria especialmente inspirado desde el perímetro.
Walter Tavares el joven pívot caboverdiano de 2,20 metros venía avisando de su peligro tras su histórica actuación en el encuentro de Eurocup contra el Dinamo Sassari, en el que anotó 26 puntos y capturó 12 rebotes. Sobre él se debían centrar los esfuerzos en los instantes iniciales y ni siquiera esa primera estrategia salió bien. La defensa planteada por Joaquín Ruiz fue frágil al comienzo y se rompió desde la primera jugada con una facilidad pasmosa. Primero por el gigante canterano amarillo y luego por uno de los dos protagonistas del encuentro: Kyle Kuric. El norteamericano, jugador de rachas, entró con el pie derecho a la pista y empezó a acribillar desde la larga distancia. No existió oposición: la cobertura del perímetro del conjunto rojillo fue casi nula. Ni Robinson ni Goulding supieron parar al francotirador de Evansville, que se movió a su libre albedrío durante todo el partido. La defensa estaba desactivada; también la dispuesta sobre Brad Newley, que martilleó con sus habituales y electrizantes cambios de ritmo.
En esta ocasión tampoco hubo timón. Llompart, uno de los bases más en forma de la ACB, se vio superado por el arreón inicial de sus adversarios. No pudo templar las situaciones de ataque y se diluyó en el correcalles de los albores del choque. El mallorquín terminó el partido sin anotar un punto y con cuatro pérdidas, algunas de ellas provocadas por la precipitación. Se fue al banquillo antes del final del tercer parcial para no volver a salir a pista. Lo hizo frustrado, enfadado y cabizbajo, como nunca querría ver la afición rojilla a su capitán. Lisch asumió los galones, aunque tampoco él tenía la receta para frenar a un equipo que sumaba con una facilidad inquietante.
Entonces apareció el de siempre, quizás algo tarde. Jelovac salió a cancha en la segunda tanda de sustituciones después de que lo hicieran Katic, Goulding y el propio Lischy para entonces sus compañeros perdían por trece puntos, a falta de tres minutos para la conclusión del primer cuarto. Quedaba mucho partido por delante y, si había alguien capaz de guiar la remontada, era él. Lo intentó y lo peleó. Su muñeca empezó a aportar los resultados esperados desde el primer momento. Un triple suyo al inicio del segundo parcial confirmó el mayor acercamiento tras el 0-16 de apertura (nueve puntos, 22-31). Estuvo inmaculado en el lanzamiento de larga distancia (tres dianas de tres intentos), y se adueñó de la zona ante Báez, OLeary y Kendall. Las faltas de los jugadores interiores fueron el único quebradero de cabeza para Aíto García Reneses de hecho el canadiense y el irlandés acabaron eliminados y gran parte de la culpa la tuvo Steve. Recibió diez faltas y lanzó doce tiros libres, con un solo fallo. Además, atrapó siete rebotes. Un total de 38 puntos de valoración refleja el buen hacer del serbio. Sigue imparable.
El jugador nacido en Novi Sad, no obstante, fue clave solo para mantener el marcador en unas rentas terrenales. Faltó colaboración. Landry, autor de 17 puntos y Chris Goulding, que convirtió 12 tantos, fueron los únicos que se mostraron acertados en la parcela ofensiva.
No se pudo apelar a la épica. El Granca estuvo intratable durante los 40 minutos y el CAI no tuvo la posibilidad de convertir una nueva exhibición de Jelovac en una heroicidad. Gran Canaria, un rival de potencial muy parejo al del equipo aragonés, ha trabado el camino hacia la Copa, aunque esta meta sigue siendo muy factible.