​El nuevo aumento en la edad de jubilación afectará a unos 10.000 aragoneses este año

A lo largo del presente ejercicio podrán seguir retirándose a los 65 quienes tengan cotizados 35 años y nueves meses.

​El nuevo aumento en la edad de jubilación afectará a unos 10.000 aragoneses este año
​El nuevo aumento en la edad de jubilación afectará a unos 10.000 aragoneses este año

Con el inicio del año, llega el momento para los trabajadores más veteranos de empezar a hacer cábalas sobre cuándo y cómo llegará el momento de su jubilación. La reforma de las pensiones de 2011, el último movimiento importante del Ejecutivo de Zapatero, fijó el año 2027 como el momento en el que la edad de jubilación alcanzaría los 67 años. Hasta entonces, desde el 2013 las condiciones para el retiro de los trabajadores se han ido endureciendo progresivamente bajo la premisa de mantener el actual sistema de prestaciones y adaptarse a la esperanza de vida. Un panorama que según denuncian pensionistas y sindicatos se ha ido recrudeciendo aún más con las últimas normativas aprobadas también por el actual Gobierno central, y que afectará a los más de 10.000 trabajadores de la Comunidad que previsiblemente se jubilarán a lo largo del presente ejercicio, si se tiene en cuenta la media de jubilaciones que ha habido en los últimos tres años en Aragón.


Durante este 2015, aquellos que quieran jubilarse deberán tener ya cumplidos los 65 años y tres meses (un mes más que el año pasado). Un requisito que, no obstante, no será tal para los trabajadores con más años de vida laboral a sus espaldas. En concreto, para este año podrán retirarse al cumplir los esperados 65 aquellos que tengan cotizados un mínimo de 35 años y 9 meses.


Por su parte, también se está elevando de los 63 años a los 65 la jubilación anticipada voluntaria; es decir, siempre es dos años menos que la edad legal. En 2015, la edad de jubilación anticipada voluntaria será de 63 años y 3 meses. Mientras, la edad de jubilación anticipada forzosa es cuatro años menos que la legal.


El proceso de adaptación hasta 2027 se estableció en un principio para equipararse al aumento de la esperanza de vida de la sociedad española. Un debate que en los últimos años, auspiciado por la crisis, también ha abierto la veda a las suposiciones sobre si el actual sistema está garantizado o no. No en vano, el envejecimiento de la población ha provocado que en Aragón el número de pensionistas se haya incrementado en más de 13.000 personas solo en los últimos cuatro años.¿Hacia dónde va el sistema de pensiones?

En total, en Aragón hay a día de hoy 294.053 pensionistas (entre contributivas y no contributivas) que cobran de media 916 euros al mes, según los últimos datos publicados por el Ministerio de Empleo, unos 100 euros más que hace cinco años. Un aumento que sin embargo también se ha visto mermado desde que en 2013 el Gobierno cambiara el índice de revalorización de las pensiones, desligando la subida del IPC para garantizar únicamente un aumento del 0,25%. Justo la subida que se ha acabado proporcionando a los pensionistas, tanto en 2014, como la que está presupuestada que se haga en el actual 2015. O lo que es lo mismo, apenas 1,5 euros más al mes para las pensiones más bajas.


“Lo cierto es que desde que en el año 2010 el anterior Gobierno congelara las pensiones, la capacidad adquisitiva de jubilados y pensionistas no ha hecho más que empequeñecerse tanto con un Gobierno como con el otro”, explica Jesús Puértolas, Secretario General de la Federación de Pensionistas y Jubilados de CC.OO.-Aragón, quien cree que el panorama no pinta bien “ni para los que vienen de cara a los próximos años, ni para los que ya están dentro”.

En la otra cara de la moneda se sitúan los que apuestan por empezar a compaginar productos privados que incentiven el ahorro para la jubilación ante la perspectiva de que, tras la última reforma de pensiones, se reduzca el importe de las prestaciones públicas medias. En el último Boletín Económico del Banco de España publicado antes del pasado verano, se señalaba que la tendencia se agravará en los años siguientes debido al incremento del número de personas jubiladas y al aumento de la esperanza de vida. Además, repasaba las principales novedades puestas en marcha por la última reforma del 2013: “La revalorización de las pensiones vendrá determinada de aquí en adelante por la evolución de las variables que determinan el balance del Sistema de la Seguridad Social, tales como ingresos, gastos o número de pensiones (factor de revalorización), sustituyendo al sistema previo, presente desde 1997, en el que la actualización se hacía de acuerdo con la tasa de variación del IPC. Además, a partir de 2019 se vincula automáticamente la pensión inicial al incremento de la esperanza de vida (el llamado factor de sostenibilidad)”, explicaba el organismo presidido por Luis María Linde, que en varias comparecencias públicas ha tildado al sistema como “insostenible” recomendando además a los jóvenes que se abrieran un plan de pensiones: “Es sin duda un buen consejo”, dijo el pasado mes de octubre Linde durante una ponencia en Galicia.


Y es que, a pesar de la ligera recuperación que ha tenido el empleo a lo largo de 2014, el Ministerio dirigido por Fátima Báñez cerró el ejercicio volviendo a batir de nuevo los récords a la hora de echar mano del Fondo de Reserva de la Seguridad Social, la llamada 'hucha' de las pensiones. Si en julio de 2014 el Ejecutivo retiró 6.000 millones de esta reserva para acometer la paga extraordinaria, en diciembre, la retirada de fondos fue incluso superior, hasta llegar a los 8.000. En total, 14.000 millones retirados en un solo año que superan con mucho los 11.648 millones sacados durante 2013 o los 7.003 millones de 2012.


Además, el actual sistema introduce otro factor que puede achicar la cuantía de las futuras pensiones. El periodo de cómputo de los últimos años trabajados para establecer cuanto le quedará de pensión a cada jubilado también se seguirá ampliando progresivamente (este 2015 se elevará otro año, hasta los 18). Un movimiento, este último, que teniendo en cuenta que suelen ser en los últimos años cuando un trabajador cobra más contribuye a que una persona que llegue a la edad de jubilación a lo largo de este 2015 tenga una pensión menor a quien lo pudiera haber hecho en años anteriores a pesar de contar con una idéntica vida laboral.


Pese a esto, también se encuentran posturas que valoran que el sistema de pensiones, pese a que tiene que ser reordenado, solo está en duda debido a la acuciante asfixia que ha dejado la crisis en las arcas del Estado al reducir drásticamente el número de puestos de trabajo. Sin ir más lejos, en Aragón se han perdido tres cotizantes activos por cada nuevo pensionista añadido en el último lustro. Un panorama que ha hecho que el soporte del sistema de pensiones en España, y en especial en comunidades más envejecidas como Galicia, Asturias o Aragón, atraviese uno de sus momentos más frágiles, con apenas 1,7 cotizantes contribuyendo por cada receptor de una pensión, un ratio alejado de la proporción adecuada según la mayoría de economistas para garantizar la sostenibilidad, establecido en dos trabajadores por cada pensionista. “La continuidad del sistema de pensiones, si bien hay que revisarlo, está garantizada a corto plazo, pero sí que es cierto que si la problemática de tener a casi un cuarto de la población activa parada prosigue durante mucho más tiempo, nos podríamos encontrar ante una disyuntiva preocupante”, explicaba a Heraldo.es Ángel Luis de Val Tena, profesor del área de Derecho del Trabajo y Seguridad Social de la Universidad de Zaragoza, quien pone como ejemplo que en Italia, con un 15% de desempleo, este problema aún no se ha planteado a pesar de tener un sistema de pensiones similar.