El "superprofe" que llegó de Ainzón

César Bona, de 42 años, es el único español finalista del concurso que premia con un millón de dólares al maestro "más especial" del mundo

Cesar Bona
El "superprofe" que llegó de Ainzón
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El maestro de Primaria del colegio Puerta Sancho de Zaragoza, César Bona, es uno de los 50 finalistas (y el único español) del premio global del profesorado que convoca la Fundación Varkeys para reconocer a los maestros "su- perespeciales" de todo el mundo.


La organización del galardón –dotado con un millón de dólares– ha elegido a este docente de 42 años y natural de Ainzón entre los 1.300 candidatos preseleccionadas que, a su vez, fueron elegidos entre los más de 5.000 que concurrían al concurso desde 127 países.


El jurado del concurso busca recuperar el prestigio de la profesión y reconocer la labor de profesores que hayan destacado por ser "innovadores", "inspiradores" y por su participación en los debates públicos. Además valora que hayan obtenido el reconocimiento de sus compañeros, directores y entorno.


Los responsables del premio indican que la elección de Bona se debe a que es "un defensor infatigable de los derechos de la infancia" y por "creer firmemente en el potencial creativo de los niños".


Entre otros méritos, el docente destaca por ser el fundador de la protectora de animales virtual ‘Children for animals’ para impulsar la participación de los niños en la sociedad y ayudar educar a concienciar "mediante la empatía". Además, ha participado como ponente en el VI Congreso Mundial de Infancia y Adolescencia, celebrado en noviembre en México.


César Bona entiende que la enseñanza no solo es abrir el libro y ceñirse a un temario. "Los niños son una fuente inmensa de creatividad e ilusión. Si la potencias y le das importancia puedes recibir cosas maravillosas. Hay que educar no solo en el conocimiento, sino en la actitud, para una sociedad más allá de la escuela, que tenga empatía, visión crítica y formas de argumentar sus opiniones", dice.


Asimismo, considera que es clave enseñar a los niños a perder el miedo a hablar en público. "Es importante que sepan cómo expresar lo que piensan para que en un futuro sean capaces de participar en la sociedad con seguridad", argumenta.


Del sistema cambiaría el temario y las guías porque "limitan la capacidad creativa y el uso de la imaginación". "Los chavales solo adquieren datos y muchas veces acaban perdiendo el interés por ellos.


Es más interesante aplicar ese temario a la sociedad actual o a la tecnología. Que sean conscientes de que tienen mucho que decir, que pueden opinar sobre ello e incluso contribuir para cambiarlo. Es una forma de que sientan inquietud y curiosidad por la teoría", añade. Sobre cómo ha llegado a ser un docente "superespecial" dice: "Recuerdo a un maestro fantástico, don Dionisio. Consiguió que sintiera verdadera pasión por la lengua. Pero también recuerdo a otra que me hizo odiar las matemáticas y supe qué tipo de profesor no quería ser nunca".