Un millar de niños aragoneses no van a clase con regularidad

La DGA asegura que el absentismo creció un 10% en el curso 2012/13 respecto al anterior.

Foto de archivo de una clase en un instituto de Zaragoza
Un millar de niños aragoneses no van a clase con regularidad

El número de alumnos que dejan de acudir a clase ha aumentado durante el último año. Según los datos facilitados por el Departamento de Educación del Gobierno de Aragón, en el curso 2012/2013 -el último del que tienen datos definitivos- hubo un millar de casos en las escuelas aragonesas. “Muchas de estas situaciones no son nuevas, sino que se refieren a estudiantes que curso tras curso presentan problemas de absentismo en algún momento”, detallan desde este departamento.


Además, durante este año se produjeron un centenar más de casos que en el anterior. “Esto no quiere decir que haya más niños absentistas sino que se detectan mejor y se abordan de forma más temprana”, puntualizan. Sin embargo, desde Marea Verde destacan que se ha producido un aumento de absentismo por los recortes que se han llevado a cabo. Por un lado, este colectivo critica la reducción de las subvenciones que se daban a las familias sin recursos para que acudieran al colegio y, por otro, FAPAR recalca que algunos padres no pueden llevar a sus hijos a los centros porque viven demasiado lejos y no tienen transporte escolar.


Otro de los problemas aparece a edades más avanzadas. Según Alfonso Alegre, portavoz de Marea Verde, los alumnos que se decantaban por los Programas de Cualificación Profesional Inicial (PCPI) han aumentado debido a que la nueva FP Básica les permite obtener un título. “Esto ha provocado que muchos se queden sin plazas y tengan que seguir en la ESO, una enseñanza en la que no están contentos y a la que faltan deliberadamente”, subraya Alegre.


Por todo esto es muy importante que en los centros se trabaje sobre este tema desde la etapa de Infantil, especialmente si la familia ya tiene antecedentes de absentismo con otros hijos. “El año pasado trabajé en un colegio de Épila, donde hay mucha población inmigrante y gitana -son los segmentos en los que más casos se detectan-, y había muchas más faltas de asistencia a clase que en otros, en concreto en los primeros años”, detalla Raquel, profesora de Educación Infantil. Por eso, es básico que se trabaje tanto con los niños como con las familias desde edades muy tempranas. “Hicimos una reunión con todas las familias censadas para explicarles los beneficios de la escolarización, ya que hay muchas que no los saben reconocer”, explica.


En el momento en el que se observa un problema de este tipo, tanto el tutor como el equipo directivo y los servicios de orientación intenta dialogar con los padres tal y como lo hicieron en el colegio de Épila antes nombrado. Si con estas intervenciones no se resuelve, el caso pasa a las llamadas comisiones de zona, donde actúan los equipos de orientación y técnicos del departamento de Educación y los servicios sociales. En este momento, también colaboran algunas ONG que trabajan con familias en riesgo de exclusión -que generalmente son las más afectadas por este tema-.


El tercer nivel de actuación son las comisiones provinciales. Ellos se entrevistan con la familia y con el menor, así, dependiendo del caso lo derivan al departamento de Salud -si detrás hay un problema médico- o a Protección por la Infancia. La última instancia es acudir a la Fiscalía de Menores. En concreto, durante el último curso académico solamente un centenar de casos tuvieron que llegar a este punto. “Esto no quiere decir que todos ellos hayan llegado a juicio, ya que se les suele poner remedio antes”, subrayan desde la DGA.

Novedades para intentar reducir el absentismo

Durante el año pasado, el departamento de Educación actualizó el convenio de colaboración con el Ayuntamiento de Zaragoza, al que ahora se puede añadir cualquier municipio o comarca. No hay que olvidar que es en esta provincia donde se producen la gran mayoría de los casos de absentismo, en concreto, más de 700 casos se dan en esta zona. Otra de las novedades es que colaboran con el Servicio Aragonés de Salud, que ayuda a prevenir el absentismo derivado de enfermedades. También se ha actualizado el protocolo de actuación. “Ahora cobra más relevancia la prevención y la búsqueda de alternativas para los chavales que buscan que les expulsen del centro”, destacan desde la DGA.

Problemas para el próximo curso

Desde Marea Verde recalcan que la implantación del sistema SIGAD para controlar los alumnos matriculados y las faltas va a provocar que no se puedan detectar correctamente los problemas de absentismo. “Las PDA que utilizábamos han dejado de funcionar este curso porque no son compatibles con el nuevo sistema, por lo tanto, ahora muchos colegios no tienen ni siquiera un listado de alumnos matriculados”, explica Alegre. Esto puede generar varios problemas, entre ellos, el absentismo escolar. “Ahora tenemos que apuntarlo a mano, pero si no sabemos qué alumnos tenemos, ¿cómo vamos a controlar si vienen a clase o no?”, se pregunta.

El centro Ramiro Soláns, un ejemplo a seguir

El colegio público Ramiro Soláns lleva aplicando durante seis años el proyecto “Entre Todos”, con el que pretendían, entre otras cosas, erradicar los altos niveles de absentismo escolar que tenían. Para ello, a parte de realizar las labores continuadas de aviso a las familias, entrevistase informes de derivación para la DGA, también llevaron a cabo otras alternativas como adaptarse a las peculiaridades del alumnado para hacerse más próximo a ellos y tener disponibilidad completa con las familias. Poniéndolas en práctica han conseguido que en seis años se haya reducido un 85% el absentismo en la etapa de Infantil, mientras que en los diferentes cursos de Primaria ha pasado del 20,1 al 7,1%.