La Confederación corrobora que las escorrentías en Bailín son el origen de los vertidos


El organismo de cuenca requiere al Gobierno de Aragón que ejecute las obras necesarias para evitar que el lindano llegue al río.
El consejero Lobón se muestra dispuesto a hacer "lo que haga falta" aunque reconoce que son trabajos "muy complicados"

Aunque ya lo daba por hecho, tras el episodio de lluvias de los últimos días la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) tiene claro que la causa de la contaminación del río Gállego por lindano son las escorrentías que llegan al barranco de Bailín (Sabiñánigo), junto al recinto donde se ha realizado el traslado de residuos del pesticida que fabricaba Inquinosa del viejo vertedero a una nueva celda de seguridad. Así se lo hizo saber ayer el presidente del organismo de cuenca al consejero de Medio Ambiente, Modesto Lobón, en una reunión en la que también estuvieron presentes técnicos de las dos instituciones.


Ante esta situación, De Pedro requirió al Gobierno de Aragón que adopte las medidas necesarias para evitar que esas aportaciones de agua contaminada acaben en el barranco, de forma que se cumplan los límites máximos de concentración de lindano impuestos por la Confederación en los vertidos durante las obras en el vertedero, fijados en 50 microgramos por litro. 


Cabe recordar que el organismo de cuenca abrió a finales de septiembre un expediente sancionador a la DGA por superar esos niveles y alcanzar picos de hasta 438 microgramos/litro en el barranco de Bailín. El Ejecutivo autonómico lo ha negado insistentemente alegando que según sus mediciones –500 metros aguas abajo del punto donde confluye con el Gállego–, las aguas que salían de la depuradora en la que se trataban los residuos de las obras no han rebasado el límite. Por ello, sostiene que el traslado de un vertedero a otro "no ha contribuido a la contaminación por encima de lo permitido".


Y mientras el Departamento de Medio Ambiente sigue hablando de "distintas hipótesis" y de que varias causas podrían estar contribuyendo a este episodio de contaminación, la Confederación no alberga a estas alturas ninguna duda y apunta directamente a las escorrentías como origen del foco de contaminación del barranco que desemboca en el Gállego. Aunque los responsables de las áreas de vertidos y de calidad no descartan del todo la influencia de otras causas secundarias, como el polvo generado durante los trabajos, en los últimos días han podido corroborar que esos flujos, que ya existían, ahora podrían arrastrar las partículas de lindano hasta el cauce."Se dispara cuando llueve"

La reunión de ayer se produce tras unos días en los que tanto los técnicos de la CHE como los de la DGA han estado especialmente vigilantes en la zona de Bailín para tratar de determinar los efectos de las lluvias –no tan copiosas como se esperaba– en la evolución de la contaminación del barranco. De hecho, el sábado comenzó un exhaustivo rastreo, con tomas de muestras cada 20 metros para buscar el foco del que procedía el lindano, puesto que ya se trabajaba con la hipótesis principal de que el origen podría estar en las escorrentías, que van a parar al cauce sin pasar por la depuradora.


Aunque la CHE aún no dispone de datos del fin de semana, Lobón informó de que según las mediciones de la DGA, la concentración de lindano ha subido de 0,22 microgramos/litro a 1,3, pero sigue dentro de lo permitido, subrayó. Reconoció que "cuando hay lluvias, se dispara" y, de hecho, los mayores picos durante el verano "coincidieron con las tormentas", algo que viene a apuntalar las tesis de la CHE. El consejero reconoció que el vertido incontrolado de agua contaminada ocurrido el viernes desde una arqueta que se desbordó "pudo contribuir" al incremento de los niveles, pero admitió que se debe "sobre todo a la lluvia".


Respecto al requerimiento para adoptar medidas correctoras, Lobón se mostró dispuesto a hacer "todo lo que haga falta", si bien advirtió de que se trata de trabajos "muy complejos". "Mañana -por hoy- vamos a empezar a estudiar con los técnicos y con la empresa las obras necesarias y su presupuesto", añadió, y detalló que entre ellas está canalizar el agua de esas escorrentías a la depuradora. "Acotaremos una zona amplia para estudiarlas, e incluso se podrían recrear lluvias echando agua para ver si van al barranco", explicó, aunque para los próximos días se esperan nuevas precipitaciones que aprovecharán "para descartar o encartar las distintas hipótesis". Puntualizó que las escorrentías de la obra "están controladas, pero puede haber más en el entorno".


Otra medida que Lobón ve "muy interesante" es aumentar la capacidad de los tanques de tormentas, que recogen las aguas residuales antes de ser depuradas.


Por otra parte, el presidente de la CHE se reúne hoy con todos los alcaldes de la cuenca del río, que le plantearán sus distintas reivindicaciones.