Los encantos de Ordesa, Guara y Benasque llenan los alojamientos

Los turistas optan por la naturaleza en este puente y los hoteles a pie de pistas confían en la última hora para aumentar las reservas.

Amanecer en la subida al Balcón de Pineta
"Ordesa y Monte Perdido es la joya del paisaje de Aragón"
E. VIÑUALES

El senderismo, los barrancos, los paseos por la naturaleza y la tranquilidad de los espacios protegidos triunfan esta Semana Santa. El turismo rural en el Alto Aragón está de enhorabuena con cifras de entre el 85 y el 90 por ciento de ocupación, reservas que en las inmediaciones de Ordesa y Guara alcanzan el cien por cien.


Los alojamientos que se alquilan al completo, como apartamentos o casas, son los que más tirón han tenido entre los turistas. «Es más difícil vender las habitaciones», subrayó Francisco Parra, presidente de la Asociación de Turismo Verde de Huesca.


«Los visitantes –explicó– buscan los espacios en los que acercarse a la naturaleza, quieren alojarse en lugares tranquilos, fuera de la masificación, y valoran el reposo». Este es uno de los motivos que hacen triunfar a las casas rurales. El otro, las fechas en las que este año ha caído Semana Santa, que favorecen que los turistas apuesten por actividades como el senderismo, los barrancos o las visitas culturales. «El día es largo, son más horas de luz, las condiciones ideales para salir a hacer excursiones y para conocer la provincia», indicó Parra.

A su juicio, las cifras de estos

días son buenas. Según los datos de los que disponía, la ocupación media en los negocios de Turismo Verde estaba ayer «en torno al 85 o el 90%, aunque hay zonas en las que se ha llegado al cien por cien». Se refería a aquellas situadas junto a paraísos naturales como el Parque Nacional de Ordesa o la sierra de Guara. Eso sí, quiso dejar claro que en el primero de los casos no solo hacía referencia a la zona de Torla, sino que el espacio protegido abarca otros muchos valles y que también los establecimientos de Añisclo, la ribera del Cinca y Pineta están al completo.


En el valle más oriental del Pirineo, la media de ocupación se sitúa entre el 70 y el 80%, según los datos que baraja el gerente de la Asociación Turística del Valle de Benasque, José Luis Hernández. Quiso destacar el cambio de tendencia que se produce ya en estas fechas. «El campin empieza a tirar con fuerza, están prácticamente llenos», comentó. Y añadió como dato importante que en el valle, además del esquí alpino o de fondo, son muchos los turistas que se acercan para disfrutar del senderismo y la montaña en el Parque Natural del Posets-Maladeta.

Un 70% abierto

«No es normal llegar al mes de abril con unas condiciones tan óptimas», resaltaron desde Aramón, grupo al que pertenecen las estaciones de esquí de Formigal, Panticosa y Cerler. «Los niños entran gratis y hay reducción en el precio», destacaron. Y aunque reconocieron que la playa es un competidor en estas fechas, «aún se puede esquiar». Desde Astún también subrayaron este aspecto. «La gente no ha salido mucho en enero y febrero, todavía hay ganas. Quedan muchos meses por delante para ir al mar y solo cinco días para disfrutar de la nieve», insistió el director comercial, Andrés Pita.


Sin embargo, los valles con estaciones de esquí están más lejos de alcanzar el lleno. Con más de dos metros de nieve en cotas altas, una superficie esquiable que ronda el 70% y precios reducidos para disfrutar del esquí, los complejos no han triunfado tanto como les gustaría.


Según los datos de la Asociación Turística del Valle del Aragón, la ocupación media está entre el 30 y el 50%. En la ciudad de Jaca las cifras mejoran, superando el 50% en los hoteles de tres estrellas e incluso entre el 70 y el 85% en los de mayor categoría.

A pie de pistas los datos son similares. «La ocupación es inferior a lo previsto y a cualquier cifra que pudiéramos imaginar con las condiciones de la estación y el buen tiempo que anuncian», sentenció Amparo Lecumberri, del hotel Edelweiss de Candanchú. «No llegaremos ni al 40% y es incomprensible con la calidad y cantidad magnífica de nieve que tenemos», añadió. No obstante, advirtió de que para ella, esta temporada el estado de las pistas no ha arrastrado un sinfín de reservas y tan solo en fines de semana de muy buen tiempo ha habido gente. «La afluencia entre semana es un tema pendiente –dijo–, hay que reactivarlo».


Tampoco en el valle de Tena, a pie de pistas, las cifras son muy halagüeñas. El hotel Abba Formigal, por ejemplo, se encuentra al 16% de ocupación. «Tenemos la esperanza de que a última hora se anime un poco más, que gente que no encuentra hueco en la playa se decida a venir a despedir la temporada», relató Tomás Chéliz, director del establecimiento.