La investigación del caso de Ricla continúa, aunque no se prevén nuevas búsquedas

Los restos encontrados el pasado mes de marzo parece que pertenecen a animales, aunque los investigadores no han recibido todavía los análisis

Agentes de la Policía Nacional durante las labores de búsqueda.
Analizan los restos biológicos del nevero donde buscan a Pilar Cebrián

El hallazgo de restos que podrían pertenecer a Marta del Castillo recuerdan otra investigación en la que también se aplicó el llamado ‘test de la verdad’: la de la desaparición de Pilar Cebrián, que desapareció en Ricla en 2012.


El pasado mes de marzo se realizó una búsqueda en varios puntos de la localidad, como un nevero y el túnel del AVE, en los que se encontraron algunos restos orgánicos. Su análisis todavía no ha acabado, aunque fuentes Jefatura Superior de Policía apuntan a que probablemente sean de animales, ya que la zona estaba llena de ellos.


"La investigación continúa, aunque no hay un dispositivo como el de Sevilla", explican. Por el momento, no se han asumido nuevas búsquedas en otras zonas, ya que estas eran las más probables, según la prueba realizada al presunto autor del asesinato, Antonio Losilla.


"El caso de Pilar Cebrián es más complicado", explica el neurofisiólogo José Ramón Valdizán, encargado de realizar la prueba en ambos. Losilla no ha sido todavía juzgado por el crimen, a diferencia de Miguel Carcaño, el asesino confeso de Marta del Castillo. Por tanto, el método aplicado fue diferente.


"En el caso de Sevilla utilizamos un 80% de imágenes de lugares descartados y un 20% de sospecha, mientras que en el de Ricla era un tercio de lugares en los que se sospechaba que podía estar, un tercio de lugares en los que no se sospecha y otro de descartados". De este modo, se evitaba la autoinculpación, ya que su abogado, Javier Notivoli, presentó un recurso al entender que vulneraba el derecho a no declarar de su cliente.


Además, indica el doctor Valdizán, se cree que Pilar Cebrián fue descuartizada, por lo que se buscan varias partes de un cuerpo. Por último, las imágenes utilizadas en su caso eran de zonas más amplias, por lo que es más difícil encontrarla.


Si finalmente los restos encontrados en la escombrera de Camas fueran de la joven sevillana (algo que, según Valdizán, podría saberse "pronto"), "animaría a hacer más ensayos", asegura. La prueba P300 (el denominado ‘test de la verdad’) solo se ha utilizado en estos dos casos por el momento, por lo que aplicarla en otros lugares serviría para perfeccionar el método. "Hay que seguir trabajando en el diseño", explica. Una mayor personalización permitiría conseguir mejores resultados, ya que no todas las personas tienen un mismo tiempo de reacción a una imagen.