El 54,6 % de los parados en Aragón son de larga duración

Los parados que llevan más de un año buscando un empleo en Aragón se situaron en el tercer trimestre del año en 71.750 personas, un 54,6% del total de desempleados, casi un 5% más que en el mismo trimestre de 2011, según CCOO.

El sindicato ha elaborado un informe sobre la evolución del mercado de trabajo en Aragón tras dos años de gobierno de Mariano Rajoy en el que se indica que, respecto a 2011, los parados que llevan entre uno y dos años intentado encontrar un puesto de trabajo en Aragón han aumentado un 1,88 % (520 parados más) y los que llevan dos años, un 77,50 % (en 18.920 personas).

Además, CCOO indica que según datos de la EPA, en Aragón hay 35.132 hogares con todos sus miembros activos en paro, lo que supone el 6,78 % de los hogares aragoneses cuando en el tercer trimestre de hace dos años eran 27.874, un 5,46 por ciento del total.

El secretario de Empleo y Formación de CCOO Aragón, Juan Carlos Cantín, ha presentado el informe junto a la técnico del sindicato que lo ha elaborado, Sonia Bergasa, quien ha indicado que el tercer trimestre de este año se cerró con 131.400 parados en Aragón, lo que representa un aumento en dos años del 25,02 por ciento (26.300 desempleados más).

La tasa de paro se elevó en el tercer trimestre de este año hasta el 20,48 %(en el mismo trimestre de 2011 era del 16,16 %), la población activa ha disminuido en 8.600 hasta las 641.600 personas y la población mayor de 16 años ha caído en dos años en 15.400 (un 1,39 % hasta 1.095.300).

La población ocupada ha caído en dos años en Aragón en 34.900 personas, un 6,40 %, hasta 510.200, especialmente entre los jóvenes, un 17,45 %, aunque también ha descendido entre los ocupados de 30 a 44 años, un 7,13 %, algo especialmente preocupante para el sindicato dado que son las personas en este tramo edad las que más cargas familiares tienen.

La ocupación ha disminuido en estos dos años en todos los sectores, especialmente en la construcción, un 29,08 %, pero también en la Industria, un 17,51 % (18.360 personas menos), mientras que el sector con mayor número de ocupados es el de servicios (161.640 hombres y 200.140 mujeres).

Para Cantín, el panorama del mercado laboral es "desolador", mucho peor que hace dos años, con unos niveles de pobreza que son "de escándalo" y con más parados en la franja de edad entre 30 y 44 años de larga duración, lo que se une a que hay menos cobertura social y prestaciones y a que la red familiar que hasta ahora ha estado sosteniendo a los desempleados "está quebrándose".

"Estamos muy alarmados por cómo ha evolucionado el mercado de trabajo", ha dicho Cantín, quien ha denunciado que el PP ha incumplido su programa electoral y que ni la reforma laboral, ni los recortes sociales y económicos ni el rescate a la banca están sirviendo para que haya un cambio de tendencia y se estimule la economía y se cree empleo.

Ha advertido de la destrucción de empleo en la industria y de que Aragón se está convirtiendo en una sociedad de servicios, lo que conlleva que sólo se crea trabajo estacional "precario, muy corto en el tiempo y muy mal pagado" ligado al turismo, la agricultura, la nieve y las campañas de Navidad y de rebajas, y de que han abandonado la Comunidad unas 35.000 personas en edad de trabajar, muchos de ellos jóvenes, "de los más castigados desde el minuto uno de la crisis".

Se ha referido además al Plan Impulso, cuya influencia en el descenso del paro en noviembre en Aragón destacó el consejero de Economía, Francisco Bono, y ha opinado que "es más un programa para darse publicidad" por su corta duración y porque los empresarios no están asumiendo los estímulos que se pretender dar.

"No hay brotes verdes ni luz después del túnel a corto plazo" y 2014, ha vaticinado el secretario de Empleo y Formación de CCOO Aragón, posiblemente será peor que este año, porque aunque no haya mucha más destrucción de empleo, no habrá creación de puestos de trabajo, las prestaciones serán menores y los parados de larga duración seguirán aumentando.

Ante esta situación, el sindicato, además de exigir una renta mínima para la "supervivencia" de las familias, apuesta por un cambio de modelo productivo, por las inversiones públicas y por que los bancos pongan al servicio de los ciudadanos y las empresas "el dinero que se les ha dado para rescatarlos" para que fluya el crédito y se estimule la economía y el empleo.