La cosecha de cereales en Aragón tendrá pérdidas de 160 millones por la sequía

Los agricultores aragoneses dejarán de ingresar algo más de 160 millones de euros en la cosecha de cereales de invierno debido a la sequía, al disminuir la producción un 51 por ciento, hasta 1.320.370 toneladas, unas pérdidas que se han generalizado en todo Aragón, exceptuando las zonas pirenaicas.

Así lo ha señalado esta mañana el secretario general de UAGA-COAG, José Manuel Penella, en una rueda de prensa en la que la organización agraria ha presentado la "realidad" de la "nefasta" cosecha de cereales, mala o muy mala según las comarcas, tras un invierno duro y seco y una primavera sin lluvias, una situación que en el secano recuerda a la de 2005, el peor año en el siglo XXI.

Las expectativas que tenían los agricultores con las lluvias que cayeron en marzo, que según Penella "parecía que abrían una ventana a la esperanza", se vieron frustradas con el frío posterior y, en concreto, con las heladas "inesperadas" que se registraron en torno al pasado 17 de abril.

Así, los resultados en secano tendrán resultados "lamentables" en todo Aragón, excepto en algunas comarcas como la pirenaica de La Jacetania, donde hubo temperaturas altas en mayo pero acompañadas de lluvia, con una previsión de cosecha de 720.809 toneladas, frente a 1,4 millones de toneladas de media de los últimos cinco o seis años.

En el regadío el panorama ha cambiado "radicalmente" respecto a las previsiones que tenía la organización, gracias a las lluvias algo tardías de primavera, que no han mejorado la situación al cien por cien pero "no es un desastre" y hará que la cosecha se sitúe en la media de la producción de otras campañas, con 599.560 toneladas.

Según la organización, en un año de producción media la cosecha total de cereales de invierno (trigo duro y blando, cebada y avena), tanto de secano como de regadío, sería de 2.070.246 toneladas.

Por lo que la pérdida de un 51 por ciento de la cosecha (con 749.876 toneladas), a precios de la Lonja del Ebro del pasado día 11, supondrá que los agricultores aragoneses dejarán de ingresar 160.205.900 euros, ha informado Penella.

A esta cantidad habría que sumar, según Teo Largo, de los servicios técnicos de UAGA, los 26,5 millones de euros de las hectáreas que se han tenido que dejar de sembrar de maíz y sobre todo de arroz, donde ha sido del 50 por ciento menos, en la siembra de primavera.

Sin embargo, estas pérdidas no serán iguales en las tres provincias, ya que mientras en Teruel y Zaragoza la producción en secano será un 60 por ciento inferior, ya que en muchas zonas no se cosecharán ni la mitad de los campos, en Huesca estará afectada entre un 30 y un 40 por ciento de la producción, ha explicado Teo Largo.

En el caso del regadío, según Largo, se mantiene la misma previsión en las tres provincias, que es similar a la de los últimos cinco o seis años.

Pero no sólo ha sido un año "frustrante" para el sector de los cereales de invierno, sino también para la ganadería, que con una sequía tan larga no ha tenido pasto suficiente para alimentar al ganado, ha puesto de manifiesto José Luis Lasheras, responsable de sectores ganaderos en la ejecutiva de UAGA.

Ya que en su opinión la sequía agraria repercute en la ganadería porque si se deja un campo sin cosechar no queda nada para los animales, mientras ha dicho que la previsión de los costes ganaderos está "muy al alza" y que sólo hay 76 seguros en Aragón tras la "estafa" que vivieron en 2005, tras la medición de los campos vía satélite.

Según Lasheras, si mala es la sequía de los campos, "peor es la de la política" por el "inmovilismo" del departamento correspondiente del Gobierno de Aragón que "busca mil excusas" para demorar el decreto de los buitres y para explicar la caída de 61 vacas por un barranco, que "parece que se han querido suicidar".

"La protección (de los animales) no puede ser a nuestra costa", los ganaderos "necesitamos un consejero de agricultura y no depender de uno de hacienda", ha afirmado.

En este sentido, el secretario general de UAGA-COAG se ha referido a los casi 500 jóvenes que están esperando para incorporarse al sector y a los más de 2.000 expedientes de modernización de las explotaciones pendientes. "Con el miedo al gasto y el control del déficit, nos arruinan a todos", ha dicho.