Aragón, bon voyage!

None

Jaime dormía abrazado a unos folletos. Les eché una mirada y sonreí, "cómo no, dinosaurios en uno y camellos y avionetas en el otro" pensé. Abrigué después a Alfonso con mi chal para aplacar el frío aire acondicionado del tren. Sonrió mimoso y me preguntó si haríamos senderos en Ordesa. Asentí y le aseguré que recorreríamos casi todo el Pirineo. Le encantaba la naturaleza así que sabía que disfrutaría al máximo. Comencé a anotar en mi cuaderno las visitas. Agrupé días para Albarracín, Alcañiz y Teruel y planifiqué la mayoría en la montaña, Alquézar, Aínsa ..."¡Oh, apenas tenemos tiempo para Zaragoza!" exclamé. Suspiré tratando de hacer un plan mental para solucionarlo cuando vi que del bolsillo de Fernando, mi roncador marido, sobresalía un folleto que no había visto antes. " Motorland" leí. Con mucho sigilo lo sustraje con disimulo y lo escondí en mi bolso "no tenemos tiempo" pensé, "ojos que no ven...".

Mayte Villanueva Baena