Estepa sur, por la Cañada Real de Torrero

Estepa, al sur de Torrero
Estepa, al sur de Torrero
F. ITURBE

El camino que arranca en el lateral del cementerio de Torrero (junto a la puerta principal) es un billete para conocer la profundidad de nuestra estepa. Un billete cargado de historia, desde la distinción que los Reyes de Aragón otorgaron a la Casa de Ganaderos de Zaragoza para que llevara por ella a sus rebaños, hasta los pasos de un Goya joven –es el camino viejo de Fuendetodos–, siendo la vía usada para traer el material de las canteras aledañas, germen social del carácter luchador de las gentes de Torrero.


La Cañada Real (marcada con los mojones de Camino de Goya) nos adentra en el paisaje estepario en estado puro. Tras dejar atrás algunas infraestructuras de la periferia urbana nos iremos sumergiendo de un modo progresivo en un océano de tranquilidad, con un oleaje formado por las suaves colinas grisáceas salpicadas de ontinas y romeros. Es un paisaje para vivirlo despacio, observando el suelo, contemplando los detalles de lo pequeño, pues aquí el sol y la aridez premian lo minúsculo y lo gris. Deleitarse en un bosque de líquenes, en el amanecer de la amarilla flor de la aliaga, en el rápido paso de la huidiza cogujada...


El camino es de ida y vuelta, sabiendo que al cabo aproximadamente de una hora de marcha viva nos encontramos con una bifurcación que nos puede llevar directamente a Torrecilla de Valmadrid o seguir la Cañada, sabiendo que en todo este tramo hay algunos desvíos que nos conducen hasta el valle del Huerva a través de largos y profundos barrancos. El Camino de Goya nos permitirá alcanzar, en un suave ascenso entre vales cada vez más pobladas de pinos, la inmensa meseta de La Plana: un auténtico lujo de mirador natural sobre el valle que nos permitirá comprender la morfología de este mundo grisaceo y suave.


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