Teruel y sus magníficas torres mudéjares

Las torres mudéjares de Teruel merecen ser analizadas al detalle por su profusa decoración geométrica
Mates

Las torres del Salvador y de San Martín son un ejemplo destacado del arte mudéjar que alcanza en Aragón su plasmación más extendida, en el que la geometría (sencilla en la mayoría de los casos) juega un papel destacado, y que creo que puede ser motivo de reflexión en nuestros días. Porque con imaginación y geometría nuestros antepasados los artesanos mudéjares lograron ‘poner en valor’ unos materiales tan pobres y abundantes como los ladrillos (que se pueden construir en cualquier rincón aragonés porque solo hace falta la arcilla), hasta conseguir resultados esplendorosos.


Pensemos que la única diferencia entre una pared con ladrillos puestos uno encima de otro y los edificios mudéjares es que en estos se disponen formando motivos geométricos. Es una buena lección para la vida en cualquier situación: no hace falta costosos materiales para conseguir buenos resultados. Hay que recordar que los mudéjares eran musulmanes que vivían bajo dominio político de los cristianos, pero cuyo buen hacer enseñaron a los artesanos cristianos, que siguieron haciendo arte mudéjar incluso después de la desgraciada expulsión de los moriscos, de la que se cumplen justo 400 años.


Si podéis visitarlas, extasiaros con la contemplación; pero luego dedicaros a distinguir las formas diferentes de ir llenando el plano con formas que se repiten (lo mismo que en rejas, suelos, telas,…). Se puede ver que a partir de un dibujo inicial, en los distintos modelos se hacen traslaciones, giros, simetrías, deslizamientos… Es un placer intelectual encontrar los patrones de llenado. Con la información que recopiléis, intentad imaginar otras maneras de poder hacerlo, con las que os podéis distraer provechosamente dibujando en vuestro cuaderno.


Y si no tenéis la posibilidad de ir a Teruel, id con los ojos abiertos por vuestro pueblo o ciudad o algunos rincones de los alrededores: casi seguro que hay algún edificio mudéjar o neomudéjar. No en vano, Aragón constituye la mayor concentración de este tipo constructivo.



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