¿Sabemos qué es lo que pasa con los transgénicos?

Los Organismos Modificados Genéticamente (OMG), más conocidos popularmente como transgénicos, fue el tema elegido por la Fundación Ecología y Desarrollo para el VIII Seminario Salud y Medio Ambiente que todos los otoños organiza, con apoyo de DKV y el Gobierno de Aragón. La jornada se inició por la mañana con varios grupos de trabajo en la que participaron tanto expertos como ciudadanos afectados por esta materia. Por la tarde, todo se puso en común en una mesa redonda abierta el público y moderada por Santiago Celaya, médico del Hospital Clínico.

Para debatir, tres participantes: José Luis Alonso, ingeniero agrónomo y que fuera director de Tecnología Alimentaria del Gobierno de Aragón; Agustín Mariné, genetista, agricultor y presidente de la Asociación General de Productores de Maíz de Españas, que incluye a las explotaciones de transgénicos; finalmente, Juan Felipe Carrasco, ingeniero agrónomo, experto en fitotécnica, y responsable de la campaña ‘Transgénicos No’ de Greenpeace. Carrasco destacó que la opinión pública europea está en contra de los OMG y “aún así la UE ha aprobado el cultivo de transgénicos”.

Mariné afirmó que “se trata de una tecnología que está ahí y los agricultores debemos tener la oportunidad de elegir”. “Al introducirle un gen nuevo, la planta se vuelve resistente a la plagas , eso nos ha evitado usar muchos plaguicidas, ¿dónde está el problema?”, se preguntó el productor.

Carrasco replicó que “en la contaminación que se hace de los campos cercanos que no quieren ser transgénicos”. “Además, -añadió-, el maíz que más produce en España no es de OMG. Pero es que la genética es algo complejo, redes interrelacionadas. Cortar un trozo de gen para meterlo en un sitio que nunca ha estado y generar un ser que la naturaleza no crearía puede dar lugar a consecuencias que no queramos”, afirmó Carrasco.

“Lo que hasta ahora podemos observar es que una ternera criada con maíz transgénico es una ternera normal, como cualquier otra”, replicó Mariné. Alonso, por su parte, afirmó no ver razones científicas para negar los transgénicos, aunque “sí me opongo porque refuerza un sistema de producción agraria que prima la intensividad y el monocultivo lo que reduce las especies, de unos 3.000 vegetales que podríamos estar cultivando en el todo el mundo se cultivan apenas 30 variedades”. Carrasco apeló a la evidencia científica porque “un estudio sobre la variedad Mon863 dañó el hígado y los riñones de los ratones en los que se probó y Alemania y Francia lo han prohibido”.

Mariné destacó la incongruencia de que “Europa nos prohíba cultivar muchos de productos transgénicos existentes y, por contra, permita que se vendan los que cultivados fuera”. Este tema concito el acuerdo general, así como en la necesidad de que los productos están etiquetados y se garantice la trazabilidad en su elaboración.

“NO PRODUCEN EFECTO DIRECTO SOBRE LA SALUD HUMANA"

Francisco Javier Falo, director general de Salud Pública del Gobierno de Aragón,  abrió la sesión de tarde.

¿Los transgénicos afectan a nuestra salud?

Nuestra esperanza de vida se ha alargado tanto que al final sufrimos afecciones de las que es difícil concretar su origen, pero no hay ningún estudio que pruebe que los trangénicos producen efecto directo alguno sobre la salud humana.

¿No tenemos entonces nada que temer?

Sí que nos da miedo que las semillas y la producción de alimentos quede en manos de unas pocas compañías, porque puede dar lugar a problemas de abastecimiento y subidas de precios que afecten a la población más pobre. Además de la pérdida de biodiversidad que supone.

Existe la obligación de etiquetar los productos transgénicos, ¿se cumple?

Aunque no existe peligro, el consumidor tiene derecho a conocer la composición de lo que come, y las administraciones tenemos mucho cuidado con eso. Hoy en día ya son frecuentes las alertas desde inspección por mal etiquetado en los OMG.

“TODAVÍA FALTA MUCHO DEBATE SOCIAL SOBRE LOS OMG”

Cristina Monge, directora de Proyección Externa de Ecodes,  representó a la Fundación Ecología y Desarrollo en esta jornada de debates y puesta en común de ideas.

El debate sobre los transgénicos no suele aludir tan directamente a la salud.

Habitualmente se aborda por su influencia en el medio ambiente o por su vertiente agrícola, pero no en relación a la salud, por eso lo hemos elegido como tema para el seminario de este año.

¿Y qué sabemos sobre esa relación?

Los estudios científicos no se ponen de acuerdo, unos dicen que hay riesgos y otros que no. Al final, el ciudadano no sabe qué pensar.

¿Por eso han convocado junto a los técnicos también a productores, médicos o consumidores?

Sí, hemos querido combinar el rigor del debate científico con la necesidad de que las conclusiones lleguen a la población. Para que la gente pueda opinar sobre este asunto porque todavía falta mucho debate social sobre los OMG.