Semana Europea de la Movilidad

Con el fin de las vacaciones muchos ciudadanos se enfrentan no solo al regreso a la actividad laboral, sino también a su rutina diaria de coger el coche para ir a la fábrica o la oficina

El tráfico produce el 40% del CO2
El tráfico produce el 40% del CO2
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Los desplazamientos al centro de trabajo suponen el 33% del tráfico urbano, según datos aportados por Centro de referencia ISTAS en movilidad, del sindicato Comisiones Obreras. Coinciden con lo que señala la 'Encuesta de movilidad de las personas residentes en España' que elabora periódicamente el Ministerio de Fomento, y que, en su última actualización, explicaba que los trabajadores realizan en un día más de 62 millones de desplazamientos, la mitad del número total de desplazamientos que se dan en el país (123,3 millones). De estos 62 millones de desplazamientos, alrededor de un 67% correspondían a viajes de ida al trabajo y de vuelta al domicilio, lo que supone el 34% del total de desplazamientos.


Todo esto significa un enorme caudal de emisiones contaminantes a la atmósfera. No en vano, el tráfico es responsable del 40% de las emisiones de CO2, el gas que más influye en el cambio climático, según el informe 'La calidad del aire del Estado Español', elaborado por Ecologistas en Acción a partir de los datos publicados por las comunidades autónomas.


Nuestra costumbre de coger el coche se traduce igualmente en un desenfrenado gasto energético. En España, el transporte es el sector más consumidor de energía, con un 36% del total. El 15% de dicho total es combustible para los turismos. La encuesta Movilia señala que más de la mitad del combustible consumido por los coches tiene lugar en zonas urbanas en recorridos inferiores a 6 km. Si se dejara de utilizar el automóvil en los trayectos inferiores a 3 km, se reduciría el consumo de energía un 60%, según el Instituto para la Diversificación y el Ahorro de Energía del Ministerio de Industria.


Las ciudades aragonesas no escapan a esa tónica. En Zaragoza, a diario se producen 265.000 desplazamientos en vehículos privados, como recoge un estudio realizado por el Departamento de Medio Ambiente del Gobierno de Aragón. La media de ocupantes por automóvil es de 1,2, lo que conlleva la presencia de un gran número de vehículos y una reducción de la eficiencia energética.


VIAJAR JUNTOS

Con el objetivo de luchar contra esta fuente de emisiones difusa que es el tráfico, la consejería que dirige Alfredo Boné creó la web www.menoshumos.es, en la que los ciudadanos pueden registrarse y compartir coche con aquellos que realicen recorridos similares. Aunque las propuestas pueden ser para cualquier tipo de viaje, desde la Dirección General de Calidad Ambiental y Cambio Climático se explica que "entre los inscritos hay una gran mayoría de rutas regulares, un 98,9% frente a los esporádicos". Dado que "el 30,5% de los viajes tienen como destino polígonos industriales, se deduce que un importante porcentaje de ellos son desplazamientos regulares a los centros de trabajo", afirman.


El protagonismo del coche en los desplazamientos laborales quedan confirmados por los datos que ofrece el estudio 'Movilidad de los trabajadores en la Zaragoza y su zona de influencia' realizado por el sindicato UGT, en colaboración con el Ayuntamiento de la ciudad. Este estudio señalaba que más de la mitad de los zaragozanos (51,4%) utiliza el coche para ir a trabajar, y ello a pesar de que el 50% de los desplazamientos son de menos de 3 kilómetros pese a que la capital aragonesa es la ciudad española donde más tiempo cuesta aparcar (18,6 minutos).


Este estudio se acabó hace dos años y la central sindical está ultimando una nueva guía de movilidad. Hay buenas noticias: "El servicio Bizizaragoza y la ampliación de los carriles bici se están notando mucho, los datos este año van a ser muy distintos", afirma Mar Fernández, responsable del área de medio ambiente de UGT-Aragón.


El sindicato ha emplazado al consistorio zaragozano para medir la incidencia del tranvía en cuanto este transporte público comience a usarse. "Pensamos que también va a ser muy positivo para reducir el uso del vehículo privado dentro de la ciudad, pero el problema sigue estando en los desplazamientos a los polígonos industriales", explica Fernández.


En muchos casos es necesario acudir al vehículo privado porque el centro de trabajo se encuentra fuera del casco urbano, en polígonos para los que no hay transporte público, "y la mayoría de las empresas han eliminado las rutas de transporte", añade Fernández.


La entidad ha estudiado este aspecto en dos polígonos concretos: el de San Valero y el polígono Insider-La Cartuja (Tecnum), ambos en el eje de la carretera de Castellón. Los resultados eran contundentes: un 90,98% de los empleados en el polígono San Valero acuden en coche, solo un 8,24% comparten vehículo con otros compañeros, y poco más del 6% hace uso del transporte público.


INSOSTENIBLE

Echando cuentas, a UGT le sale que cada trabajador del polígono San Valero gasta en combustible 719 euros al año. "Si incluimos todos los gastos: mantenimiento, parking, amortización, seguro... supone unos 3.900 euros al año. ¡Es lo que nos costarían unas supervacaciones", subraya Fernández. Quien quiera calcular su gasto solo tiene que hacer lo mismo que la central sindical: multiplicar cada kilómetro recorrido por 0,45 euros, que es la ratio estimada por los expertos del Ministerio de Fomento y el CEDEX (Centro de Estudios y Experimentación de Obras Públicas).


Comisiones Obreras ha estudiado al buque insignia de los polígonos aragoneses: Pla-Za, un enclave en el que trabajan 16.000 empleados y el que habrá 32.000 cuando se halle completo. Pero, como señala Luis Clarimón, responsable de medio ambiente de CC OO Aragón, "no se diseñó un plan de movilidad para los trabajadores". El resultado es que el 65% acude en su coche particular, de los que sólo un 12% lo comparte. Casi el 5% de las emisiones de CO2 de la ciudad de Zaragoza salen de los tubos de escape de los trabajadores que van con su coche a Pla-Za. Cada uno calcula que se gasta 80 euros en combustible al mes.


"Este modelo de movilidad es muy costoso para los trabajadores e insostenible medioambientalmente", señala la experta de UGT. Volviendo a San Valero, "por cada trabajador se emiten a la atmósfera 1,4 toneladas de CO2; si acudiesen al trabajo en transporte público las emisiones serían de 0,4 toneladas. En 2007, con 1.879 empleados, se habrían dejado de emitir casi 2.000 toneladas".


"Por eso, pedimos la extensión de la red de cercanías hasta El Burgo de Ebro" afirma Fernández, o que se recuperen los autobuses de empresas, "que se sabe que mejoran la puntualidad de los trabajadores y reducen los niveles de absentismo", afirma la responsable sindical. La red de cercanías C-2 es también la solución que propone CC OO para Pla-Za, que enlace con un autobús que realice una ruta circular dentro del polígono.