Mejor usar materiales locales

Tradicionalmente, el ser humano ha ido construyendo con los materiales que se encontraban más a mano en su entorno. En la actualidad, las formas de construcción se han homogeneizado. En este mundo global, sea cual sea el entorno climático, se utiliza de manera preferente cemento, hormigón, aluminio y pvc. Son materiales que elevan el consumo energético y el impacto ambiental. Por cada kilo de marco de aluminio lacado para ventanas que se fabrica se emiten 755 kilos de CO2 a la atmósfera. Aislar el edificio con poliestireno expandido supone 17 kilos de emisiones por kilo, mientras que si el asilamiento se realiza con corcho natural, esa cifra se reduce a 0,15 kilos. Pero la elección de materiales no suele hacerse según el impacto ambiental de su fabricación, aunque tampoco es un regla fija que los más naturales sean benévolos como emisores de CO2, pues algunos materiales 'verdes' exigen mucha energía para su preparación como materiales de construcción.


Entonces, ¿dónde atacar el consumo? "Una baja inversión en materiales de aislamiento, por ejemplo, provoca que el gasto de mantenimiento sea alto", explica Alfonso Aranda. "Además de fomentar el uso de energías renovables y los equipos de alta eficiencia energética, se debería priorizar el ecodiseño bioclimático y la bioconstrucción, el uso de materiales naturales reciclables de bajo impacto disponibles en el ámbito local, la minimización del consumo de agua mediante recogida de lluvia, redes de aguas grises en edificios…", es la conclusión de este experto. Estas materias se tratan en el Máster de Ecodiseño y Eficiencia Energética en la Edificación que imparte CIRCE, junto con la Universidad de Zaragoza.