¿Está el coche eléctrico preparado para arrancar?

El coche eléctrico ya está en marcha pero le falta coger velocidad. Dos cosas lo frenan: el precio de los vehículos y los problemas de almacenamiento que todavía tienen las baterías.

La recarga de vehículos podrá realizarse en enchufes normales
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HERALDO

Hoy por hoy, fabricantes e investigadores se han decantado por las baterías de ión litio, que dan una autonomía de circulación de unos 100 km (la media de un ciudadano europeo son unos 50 km diarios), y se cargan en un enchufe normal. Eso sí, hacen falta de 6 a 8 horas para cada recarga.


El Gobierno español presentó su Estrategia para que haya 250.000 vehículos eléctricos en el año 2014, a un ritmo de 20.000 automóviles el año que viene, y 50.000 en 2012. Con una previsión de crecimiento de unos 100.000 vehículos al año, para 2020 en España habría sobre un millón de coches eléctricos.


¿Está la red eléctrica preparada para eso? "Absorber 250.000 vehículos no es ningún problema para la red de alta tensión, ni un millón tampoco", asegura José Sanz, Director de la División Eléctrica de CIRCE (Centro de Investigación de Recursos y Consumos Energéticos, de la Universidad de Zaragoza y el Gobierno de Aragón). "El problema estará en la red de distribución -aclara-, porque los centros transformadores urbanos, que sirven a un grupo de calles, no tienen potencia suficiente para un incremento grande de demanda; sin contar con que los garajes de los edificios tienen instaladas pequeñas potencias: entre 5 y 10 kW para la luz y para la puerta; y un coche pequeño consume unos 4 kW/h. Si hay varios coches enchufados simultáneamente actuarán las protecciones".


Cargar por la noche, aprovechando las horas valle o de menor consumo es una de las principales ventajas del coche eléctrico: significa lograr un precio muy bajo para el consumidor, 1 o 2 euros por kilómetro (frente a los 11 o 12 euros por km en gasolina), y aprovechar unos momentos en que la demanda cae y la energía se pierde (el aire mueve los aerogeneradores también de noche). El coche eléctrico mejoraría, por tanto, la eficiencia general del sistema. Servirá, además, para el almacenamiento energético: esas baterías que se han cargado de electricidad pueden volver a verterla a la red en momentos del día en que se dan grandes picos de demanda.


El propietario vendería entonces electricidad al sistema. Para ello, se exige disponer de redes inteligentes: desde el contador, el propietario estaría identificado y se registraría lo que consume y lo que da a la red. Endesa ha comenzado a instalar esta tecnología de telegestión que "permitirá al cliente conocer los datos de su consumo eléctrico de modo casi instantáneo, y tendrá la posibilidad de elegir las mejores tarifas para sus necesidades y planificar su consumo", explican desde la compañía. Para el desarrollo de esta red inteligente, la empresa eléctrica ha puesto en marcha el proyecto Smart City, siendo Málaga la ciudad piloto. Zaragoza solo participa a través de CIRCE en este proyecto con cinco líneas de trabajo. "Estamos participando junto con Endesa en la automatización de la red de baja y de la red de media, preparados para incluir todo el sistema de generación y microalmacenamiento para comunidades y viviendas y definiendo las especificaciones de los sistemas de microgeneración y microalmacenamiento de polígonos industriales, así como las especificaciones de carga y almacenamiento en los vehículos eléctricos", explica Sanz.


CONTADORES INTELIGENTES

Según los datos dados por Endesa, hasta el mes de julio se habían colocado en Aragón 3.000 contadores inteligentes; y de septiembre a diciembre, está previsto instalar otros 9.384. Así, hasta un total de 850.000 antes de 2018.


El tiempo necesario para cargar la batería es una de las limitaciones a la expansión del vehículo eléctrico. Existe otra opción, que está por desarrollarse: las electrolineras. "En ellas se podría hacer una recarga rápida, en 10 o 15 minutos. Serían lo más parecido al sistema actual de gasolineras", señala Miguel García-Gracia, director del Área de Sistema Eléctricos de Potencia del CIRCE. El uso de las electrolineras facilitaría la recarga y asemejaría el coche eléctrico al de combustible, en cuanto a disponibilidad.


Sin embargo, se perderían algunas de las ventajas: "Se pagaría tarifa normal, no reducida, y no se aprovecharían las horas de bajo consumo de la red", señala García. Existe otra opción: sustituir la batería gastada del coche por otra recargada. "En Israel lo han puesto en práctica, a través de un proyecto denominado `Better Place´, en estaciones específicas y algunos fabricantes lo están incorporando, en ese caso, te venden el coche y la batería la alquilas, pagando cada vez que la sustituyes", afirma José Sanz. "Si la recarga de las baterías se hace por la noche, no se perderá la eficiencia energética", apunta Susana Martín, también de la División Eléctrica de CIRCE.


Endesa desarrolla un plan con Cepsa para la instalación de puntos de recarga en sus gasolineras y Repsol ha llegado a un acuerdo con el Gobierno vasco para implantar una red en Euskadi.


La estrategia del Gobierno central contempla también la colocación de postes en aparcamientos públicos y zonas urbanas y algunos ayuntamientos ya han anunciado planes. Sin embargo, desde algunos sectores se llama la atención respecto a que el precio de un poste: 10.000 euros, alarga mucho el periodo de amortización.


El coche eléctrico librará al país de su dependencia energética del petróleo, un combustible que, además de ser caro, se encuentra en zonas geopolíticas conflictivas. El litio para las baterias será ahora el nuevo 'petróleo'. Hasta el momento, algo más del 50% de las reservas conocidas de este metal se encontraban en Bolivia. Hace apenas unos días, sin embargo, parece ser que se han descubierto importantes yacimientos en Afganistán. El recurso necesario para movernos volverá a estar, por tanto, en zonas muy sensibles.