La vivienda nueva ya no desgrava

Se quiere frenar la especulación en la construcción
vivienda LES
HERALDO

En vivienda, la ley cambia por completo el actual sistema: en la declaración de la renta ya no desgravará, o no tanto, la compra de vivienda nueva sino la rehabilitación de la actual, que se incentiva también a través de tipos reducidos de IVA en las obras que se realicen para rehabilitación o para el ahorro energético y de agua. También el alquiler sale favorecido, igualando el tramiento fiscal de los ingresos por viviendas alquiladas al resto de las rentas del capital, con lo que resulta más fácil y más rentable para el arrendador.


Todas estas medidas priorizan el uso de la vivienda ya construida frente al modelo de expansión constructora basado en la obra nueva que llevó al país a la burbuja inmobiliaria de los últimos años. José Luis Bermejo, profesor de Derecho de la Universidad de Zaragoza, califica estas medidas de "golpe de timón de 180º que permitirá un cambio del modelo que ha sido el causante de muchos de los males que han aquejado al país y es la medida más inteligente para el actual momento de crisis". Para este jurista, "la rehabilitación permitirá reubicar a gran parte del contigente de parados que ha quedado al estallar la burbuja inmobiliaria".


"El empleo es más intensivo en rehabilitación que en obra nueva", añade el arquitecto Juan Rubio, jefe del área de rehabilitación urbana e innovacion residencial de la Sociedad Municipal Zaragoza Vivienda, que ha colaborado con el Ministerio en las propuestas incluidas en el apartado de vivienda del proyecto de ley y corrobora la importancia de giro legislativo "que equipara los programas de rehabilitación con los planes urbanísticos", un hito en la historia española. Para este arquitecto, con larga experiencia en la gestión pública, era fundamental ese giro si tenemos que cuenta que "en los últimos 30 años, en España se ha ocupado tanto suelo como en toda nuestra historia anterior".


FRENO A LA EXPANSIÓN URBANÍSTICA

Una expansión urbanística a la que muchos expertos coinciden en que había que poner freno y que suponía además la consolidación de un modelo de ciudad extendida, con los consiguientes problemas de movilidad e incremento de emisiones por transporte.


La mejora de la eficiencia energética de los edificios o el ahorro de agua salen igualmente favorecidos fiscalmente con el proyecto de ley. Además se modifica la Ley de Propiedad Horizontal para poder realizar obras y ocupar espacios con esos objetivos sin necesidad de acuerdo de toda la comunidad de propietarios y permite la desclasificación del dominio público necesario para esas instalaciones.