Ahorrar agua es ahorrar energía

El 25% de toda la energía que se consume se gasta en mover el agua: hacer que llegue a las casas, a los parques, en las industrias y, por supuesto, a los campos. Conseguir que ese líquido elemento salga por los grifos, las acequías o los aspersores exige bombear caudales a través de un motor, a veces eléctrico, a veces diesel. Todo ello significa que, al regar, no sólo gastamos agua, sino también energía, lo que se traduce en más emisiones de CO2.

La electricidad se genera por una minicentral de energías renovables
Proyecto Power LIFE FSV
FSV


Esto es lo que pensó la Fundación San Valero (FSV) para diseñar el proyecto Power (Project for Optimitation of Water and Emissions Reducttion) con el que espera minimizar el uso del agua en los campos de la Comunidad de Regantes Montes Negros, de Bujaraloz, y sustituir el diesel y la electricidad que mueve las bombas de riego por fuentes de energía renovables.


El objetivo es lograr un modelo que se pueda exportar, rediménsionándolo, a otros lugares y otros usos. Con esta propuesta, la FSV ha recibido el encargo desde la Unión Europea de liderar un proyecto LIFE. “Bruselas se ha dado cuenta de que puede ser muy útil para reducir las emisiones y llegar a cumplir con Kioto”, explica César Romero, vicepresidente de la Fundación San Valero. Esta experiencia piloto tiene una duración prevista de tres años, hasta diciembre de 2012, y cuenta con un presupuesto de casi un millón y medio de euros.


SENSORES DE HUMEDAD

El proyecto deviene de Optimizagua, una experiencia puesta con éxito por la Fundación en varios parques públicos de Zaragoza y con la que se consiguió un ahorro de un 60% de agua. “Este modelo se utiliza ahora en campos de golf franceses y en Santo Domingo”, señala Romero. El sistema desarrollado con Optimizagua disponía de un conjunto de sensores de humedad colocados en el subsuelo que envían los datos a una central informática si existe requerimiento de agua, la central consulta con la estación meteorológica las condiciones ambientales del momento para evitar regar con 40ºC (que evaporará el agua) o cuando hace mucho viento o para parar los aspersores si comienza a llover. Se trata de un sistema activo permanentemente. 


Estas aplicaciones informáticas que se usaron para parques públicos de Zaragoza, se van a desarrollar ahora en el campo. Significa trabajar a una escala mayor: en España, el regadío consume el 80% del agua (el 6% es para usos industriales y el 14% restante va al abastecimiento de núcleos urbanos). “Si usamos eficientemente el agua, tendremos que regar menos, lo que se traduce en mover menos agua. El ahorro de agua ya es importante, pero el de energía es importantísimo”.


CONSUMIR RENOVABLES

Si algún investigador de cualquier lugar del mu El proyecto Power incorpora además una novedad importante: la incorporación de energías renovables. “Usaremos microeólicas, con pequeños molinos, e instalaciones termosolares avanzadas en los puntos en los que ahora están los grupos electrógenos para bombear el agua de los regadíos”, explica Romero, quien añade otra fuente renovable: “la biomasa; el maíz, por ejemplo que se cultiva mucho en Monegros, tiene un importante volumen de desechos que se pueden aprovechar como fuente de energía, al igual que muchos otros restos agrícolas”. 


Las ventajas son también económicas: ahora mismo, la factura energética de la mancomunidad sobrepasa el medio millón de euros al año. La intención del proyecto Power es poner en marcha “instalaciones híbridas de solar y eólica (para que puedan seguir funcionando de noche), que alimenten los circuitos de regadío con electricidad generada por ellos mismos, sin tener que recurrir a la red eléctrica general”, señala el vicepresidente de FSV. Se rompe así, además, la ecuación actual, por el cual cada metro cúbico de agua bombeada con motores de hidrocarburos implica emitir 9 kilos de CO2 a la atmósfera. 


Como todos los proyectos LIFE, participan varios socios. Por parte de Aragón, además de la Comunidad de Regantes de Montes Negros, están presentes la empresa pública Sodemasa y la empresa de ingeniería EID_Europa Innovación y Desarrollo; también es socia en el proyecto la Dirección General de Aguas de La Rioja; y como socio europeo, el parque tecnológico con sede en Turín Environment Park. Todos los socios se reunieron este mes en Zaragoza, dando por iniciado el proyecto.